Carlos Monvale: un balance del 2024 y las expectativas para la ganadería en 2025

Con una experiencia consolidada en ganadería, cerdo y pollo, hace un balance de un año de transición, con una economía en equilibrio y costos que continúan siendo un desafío para la rentabilidad.

Un 2024 de estabilidad sin grandes ganancias

"Cerramos el año en equilibrio. No fue un mal año, pero tampoco uno bueno", comenta Monvale. Durante la mayor parte del 2024, los valores del ganado se mantuvieron estables hasta noviembre, cuando comenzaron a mejorar levemente. Sin embargo, el aumento de los insumos y costos de producción impidió que fuera un año rentable. "Trabajamos para cubrir costos, sin margen de ganancia", agrega.

La transición del mercado, marcada por años donde predominaba la apuesta por la parte financiera en detrimento de la productiva, comienza a dar un giro. "Hoy en día hay que conformarse con ganar monedas y ser muy eficiente, esa es la clave", sostiene el productor.

Proyecciones para el 2025 y el impacto de las retenciones

El 2025 comenzó con una reestructuración en las retenciones, lo que generó distintos impactos según el sector. "Para el sector granario fue positivo, pero para nosotros significó un aumento en costos, ya que ahora debemos pagar más por insumos como el maíz y la soja", explica Monvale. Considera que la medida era necesaria para los productores de granos, pero reconoce que para el sector ganadero es un nuevo obstáculo económico. "Es como una sábana corta, si se acomoda un lado, se descubre el otro".

El impacto del clima y la adaptación del sistema productivo

Monvale destaca la importancia de la eficiencia en la producción, sobre todo frente a desafíos climáticos. "En verano, ajustamos la dieta porque los animales consumen menos. Además, la sequía nos castigó duramente; desde noviembre hasta esta semana no había llovido", relata. La falta de precipitaciones afectó especialmente a las siembras de secano, aunque el 50% de su campo cuenta con riego.

El productor enfatiza la necesidad de adaptarse: "El clima cambia y quizás para quedarse. Si seguimos apostando solo a la lluvia, vamos a estar en problemas. Hay que buscar alternativas".

Precios y la problemática de la invernada

En cuanto a los precios, Monvale se muestra preocupado por la desproporción entre la invernada y el gordo: "Sube el gordo 10 pesos y la invernada sube 100, lo que hace muy difícil que los números cierren". Esta tendencia, que se ha mantenido en el tiempo, genera incertidumbre en los productores. "Vendemos a buenos precios, pero al hacer la reposición nos damos cuenta de que no queda ganancia", lamenta.

Para Monvale, el consumo está deprimido y la carne no puede alcanzar valores exorbitantes porque la gente no podría pagarla. "El mayor problema hoy no es el precio de venta, sino el costo de la invernada, que nos tiene muy preocupados".

Pese a los desafíos, el productor mantiene la mirada puesta en la eficiencia y en la búsqueda de estrategias para adaptarse a un sector en constante cambio.