.México y las Américas tienen un rol estratégico en la provisión de proteínas animales de alto valor, en la disminución de la pobreza rural, en la seguridad alimentaria y nutricional y en el combate al cambio climático, señaló el representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en México, Diego Montenegro.
Al participar en la 88 Convención Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), Montenegro presentó la conferencia "La sostenibilidad de la ganadería de las Américas: Parte de la solución para el cambio climático", en la que mencionó que la ganadería en América Latina y el Caribe tiene un aporte crucial en la solución del cambio climático y los ganaderos son un eslabón imprescindible y central para su transformación.
Con una contribución del 46% al PIB agrícola de América Latina y el Caribe (ALC), la ganadería se establece como un pilar económico vital. En 2022, la región exportó productos cárnicos y lácteos valorados en 23 mil millones de dólares, demostrando su relevancia en los mercados globales México, en particular, tiene avances notables que le ha permitido posicionarse como el sexto productor mundial de carne bovina.
En los últimos diez años, el país ha visto un crecimiento del 20.4% en la producción de carne y un 19.5% en la producción de leche bovina. Montenegro destacó el potencial de la ganadería en las estrategias de desarrollo sostenible, pero, reconoció que enfrenta desafíos significativos, especialmente el ser proveedor de proteína de alta calidad y de manera simultánea combatir el cambio climático.
Los sistemas de producción ganadera varían ampliamente en términos de su huella de carbono, y las estrategias para reducir estas emisiones son cruciales para el futuro sostenible de la ganadería.
Lo anterior, dijo, puede lograrse impulsando una ganadería sostenible, mediante la adopción de buenas prácticas como son la nutrición animal, mejoramiento genético, el cuidado de la salud de los suelos, manejo integrado de cultivos, manejo agroecológico, gestión hídrica, fomento del pastoreo intensivo regenerativo, mejoramiento genético y reproductivo, reforestación, uso de transporte, maquinaria y equipo inteligente, eléctrico; energía solar, biodigestores, fomento de la investigación y desarrollo e innovación y con la promoción de agregación de valor.
Por ello, el IICA promueve el proyecto SAbERES, que se centra en la planificación territorial e innovación financiera para aumentar la resiliencia de México ante el cambio climático. SAbERES trabaja en Jalisco, Michoacán, Tabasco y Chiapas, en conjunto con las asociaciones ganaderas locales para avanzar en el establecimiento de sistemas silvopastoriles, mejorar la gestión del agua, la captación de carbono en suelos ganaderos; incrementar la cobertura arbórea en pastizales, optimizar la suplementación alimenticia y el manejo del hato, ajustando la carga animal para maximizar la eficiencia y minimizar el impacto ambiental.
El IICA ha impulsado varias iniciativas, con el fin de contribuir a disminuir emisiones y aumentar la resiliencia al cambio climático a través de capacitación, asesoría técnica y la integración territorial de cadenas de valor. Además, promueve mejoras en la nutrición y genética animal para reducir el impacto ambiental.
Montenegro subrayó la importancia de adaptar los métodos para medir las emisiones de gases de efecto invernadero a los distintos sistemas de producción y ecosistemas, tanto intensivos como extensivos.
"El uso de tecnologías avanzadas ofrece la posibilidad de integrar la seguridad alimentaria con la climática global, abriendo el camino hacia un futuro sostenible para la ganadería en la región", concluyó.