En enero, la producción de leche aumentó un 5,6 %
El mayor impulso se dio en los tambos de mayor escala. Aquellos que producen más de 6.000 litros diarios experimentaron un crecimiento interanual del 9%
La producción lechera argentina alcanzó en enero de 2025 los 880,7 millones de litros, lo que representa un crecimiento interanual del 5,6%, según el informe mensual de la Dirección Nacional de Lechería, analizado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA). Este aumento es el más alto registrado desde enero de 2021.
El mayor impulso se dio en los tambos de mayor escala. Aquellos que producen más de 6.000 litros diarios experimentaron un crecimiento interanual del 9%, mientras que los estratos medios y bajos registraron incrementos más modestos, del 5% y 1%, respectivamente. Esta disparidad refleja una mayor concentración de la producción en las unidades más eficientes.
El informe destaca que, al ponderar la producción por tambo constante, el crecimiento interanual fue del 6,7%, superando el promedio nacional. Sin embargo, este avance se dio en un contexto de reducción de unidades productivas. El número de vacas y tambos activos disminuyó un 5,5% interanual, afectando principalmente a los establecimientos de menor escala.
A pesar de la menor cantidad de tambos, la mayor eficiencia productiva permitió sostener el crecimiento. Este fenómeno, similar al de otras regiones lecheras del mundo, se explica por el aumento del rendimiento por vaca. Mientras que en Argentina la producción promedio diaria por vaca es de 23 litros, en países como Estados Unidos supera los 35 litros.
En términos económicos, el precio que las usinas pagaron a los tambos en enero fue de $444,11 por litro, un 0,7% más que en diciembre y un 82,1% superior respecto a enero de 2024. No obstante, este aumento sigue por debajo de la inflación, que el INDEC estimó en un 84,5% interanual, lo que afecta la rentabilidad de los productores frente a costos crecientes.
Desde el sector lechero advierten que, si bien el crecimiento productivo es alentador, la falta de paridad entre el precio pagado y la inflación sigue siendo un desafío para la sustentabilidad económica de los tambos.