Este fuerte incremento hizo que la participación de los DEx dentro de la masa fiscal subiera a 5,6% contra un promedio de 3,9% entre febrero y abril, y eso a pesar de que la recaudación de mayo creció por encima de la inflación hasta alcanzar 320% interanual.
En los primeros cinco meses del año la participación de los DEx en la recaudación total promedia 5,2%, contra 3,1% en igual periodo de 2023.
Pasado a equivalente dólar, lo recaudado en mayo representa unos US$850 millones la recaudación más alta desde diciembre de 2022 cuando se implementó la segunda ronda del Dólar Soja.
Se trata del quinto mes consecutivo de mejora interanual de la recaudación de DEx, lo cual marca por un lado la recuperación productiva respecto de la sequía que afectó la cosecha pasada, pero por otro lado también la aceleración de los negocios granarios, fruto de la devaluación implementada en diciembre y de la expectativa en el sector agropecuario frente a una nueva política económica.
En lo que va de 2024 (enero a mayo) los ingresos por DEx equivalen a 2.688 millones de dólares, 45% por encima del año pasado y levemente por arriba del promedio de US$2.236millones para ese mismo periodo entre 2015 y 2020.
Solo queda por debajo de 2021 y 2022 cuando la combinación de altos precios de los commodities y buenas producciones produjo ingresos por US$4.581 millones en promedio.
Qué se puede esperar para los próximos meses
El Gobierno cuenta con una producción de soja en torno a las 50 millones de toneladas, el doble que el año pasado, pero incluso mejor que las cosechas de 2021/22 y 2021/21 (44 y 46 MMT respectivamente), con lo cual más tarde o más temprano esa soja terminará ingresando al circuito comercial.
En base a esa producción esperada y a los registros históricos de exportación, aún restaría registrar exportaciones por unas 17,5 MMT de harina de soja, 4,0 MMT de aceite de soja y unas 3,5 de poroto de soja, por valor de unos 12.400 millones de dólares.
Por cómo viene la registración de exportaciones es probable que veamos un flujo relativamente estabilizado en los meses próximos, pero acá la clave reside en la actitud de los productores frente a la venta del grano, es decir si sostendrán un ritmo de ventas acorde a la expectativa de exportación o una vez satisfechas las necesidades financieras esperarán a ver la evolución de la macro para decidir su estrategia comercial.
Por Javier Preciado Patiño (Ex subsecretario de Mercados Agropecuarios)