El Presidente defendió el comercio global ante las amenazas proteccionistas
Inauguró la conferencia ministerial de la OMC y pidió "fortalecer el sistema y sus reglas"
11/12/17-La undécima conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) quedó inaugurada en Buenos Aires con una sesión formal en la que hubo un clamor abierto en defensa del sistema multilateral de intercambio de bienes y servicios y una velada crítica a los gobiernos que instan al proteccionismo.
La sesión inaugural del foro, que reúne cada dos años a los ministros de comercio de los países miembro de esta organización, congregó a más de 3000 asistentes en el nuevo Centro de Exposiciones y Convenciones de la Ciudad, dando lugar a una postal multicultural pocas veces vista en Buenos Aires.
En este escenario, la ex canciller Susana Malcorra, presidenta de la cita en curso hasta el miércoles, abrió la sesión y dio paso a una revista de los desafíos que enfrenta el comercio global basado en reglas comunes y el mismo organismo, al que muchos países critican por fracasar en sus ambiciosos objetivos, entre los que figuran crear acuerdos globales para el comercio entre economías, muchas veces, disímiles.
El presidente Mauricio Macri, en tanto, tomó la palabra luego de rubricar una declaración junto a sus pares de Brasil, Michel Temer; de Paraguay, Horacio Cartes, y del Uruguay, Tabaré Vázquez, todos socios del Mercosur, a la que se sumaron representantes de alto nivel de otros países de la región.
Dicho documento, abierto a la signatura de otras delegaciones, sirvió para reafirmar que "el multilateralismo es la mejor respuesta para aprovechar las oportunidades y afrontar los desafíos del comercio internacional", y ratificar "el comercio basado en reglas, abierto, transparente, inclusivo, no discriminatorio y transparente", tal como lo representa la OMC.
El texto presentado a las 164 delegaciones presentes también reafirma la vigencia del Órgano de Solución de Diferencias (OSC), un pilar fundamental de la organización, que zanja las disputas entre países, y que Estados Unidos ha criticado abiertamente. Precisamente hacia Washington apuntaron los velados dardos de los discursos inaugurales, para reprocharle a la primera economía del mundo haber adoptado un rol prescindible en el debate y permitir, de ese modo, que sea difícil hallar un sendero claro y sobrepasar los intereses particulares de cada nación.
En su discurso, Macri sostuvo que "los organismos internacionales funcionan" y consideró que "no es sostenible avanzar en un esquema en el que el otro siempre es el proteccionista o no cumple las reglas", y advirtió que "los problemas de la OMC se deben solucionar con más OMC, y no con menos".
El jefe de Estado pidió aprovechar la cita en Buenos Aires para "fortalecer el sistema y sus reglas", porque "da una garantía de previsibilidad a los flujos internacionales", y propuso debatir con vistas al "desarrollo equitativo" y "el cuidado del planeta".
Al comienzo de la sesión, el presidente del consejo general de la OMC, el sudafricano Xavier Carim, pasó detalle de los puntos urgentes que se someterán a debate, y sobre los cuales no hubo consenso en las rondas previas que tuvieron lugar en Ginebra.
En los próximos días, los ministros de comercio reunidos en Buenos Aires deberán definir qué hacer con la moratoria en derechos de importación sobre el comercio electrónico que está por vencer, o las quejas que hay sobre el comercio de productos asociados a derechos de propiedad intelectual que no provocan incumplimientos legales.
Los ministros también discutirán un borrador de declaración al cierre de la conferencia, para revalidar, precisamente, a esta plataforma multilateral, pero sobre el que no hay de momento acuerdo. También se pretenden lanzar discusiones sobre las trabas que ciertas potencias ponen al ingreso de bienes agrícolas, una queja que ayer se hizo patente en los discursos de los presidentes de Paraguay y Uruguay.
En paralelo, existe cierto consenso para establecer una reducción sobre los subsidios a la pesca. Los desafíos por delante son muchos. Las expectativas de lograr grandes avances, pocas.