Período crítico
Con el 85% del área nacional a punto de ingresar en la fase crítica, hay zonas del país con déficit hídrico y otras con excesos
Luego de haberse sembrado un área récord de 20.350.000 hectáreas en el territorio nacional, el cultivo de soja mejoró su estado en general y por ende sus perspectivas de rendimiento a cosecha gracias a las reiteradas precipitaciones que se registraron durante las últimas semanas en el centro-este y norte del área agrícola nacional.
No obstante, cabe destacar que estas lluvias ocasionaron excesos en ciertas regiones como el norte bonaerense, sur santafesino y en la provincia de Entre Ríos, lo que generó un ambiente propicio para la proliferación de enfermedades y plagas, además de impedimentos para realizar las aplicaciones pertinentes en tiempo y forma.
Por otro lado, y en contraposición a este escenario, en gran parte de La Pampa y el oeste, centro y sudoeste de Buenos Aires se registraron lluvias muy por debajo de lo normal durante diciembre y enero. Sumado a esto, en estas zonas no se ha logrado revertir esta falta de humedad, ocasionando mermas en el rendimiento potencial.
En consecuencia este panorama, nos permite mantener nuestra estimación de producción hacia fin de campaña en 53.000.000 toneladas. Las regiones NOA y NEA continúan acumulando precipitaciones y esta semana no fue la excepción. Los registros oscilaron desde los 35 hasta los 150 mm, y estas lluvias son de suma importancia para ambas zonas ya que el grueso de los cuadros de soja de primera (más del 85 % del área sojera total) se encuentra a días de comenzar la fase crítica del cultivo.
En las provincias de Salta y Tucumán se están realizando aplicaciones preventivas contra picudo negro, mientras que en el NEA se están monitoreando isocas y chinches con el fin de medir el umbral de daño.
Hacia la región centro del área agrícola nacional, como ya mencionamos, se registró una recuperación hídrica efectiva gracias a las precipitaciones de enero y lo que va de febrero, con lo cual, más del 55 % del área sojera nacional (Centro-Norte de Santa Fe, Centro-Norte de Córdoba, Centro-Este de Entre Ríos y los Núcleos Norte y Sur) denotan en su gran mayoría condiciones de cultivo que van de buenas a muy buenas.
Puntualmente en el Núcleo Sur, se espera que la trilla comience alrededor del 20 de marzo, clima favorable mediante. En cuanto a rendimientos esperados en soja de primera, estos varían desde los 30 a 40 qq/ha, mientras que en soja de segunda se estiman productividades que oscilarían entre los 20 y 30 qq/ha.
En lo que respecta a estado sanitario, podemos decir que se realizaron numerosas aplicaciones de insecticidas y en muchos casos los tratamientos no fueron efectivos. Hoy por hoy, el productor está abocado al monitoreo de enfermedades de fin de ciclo (principalmente mancha marrón y mancha ojo de rana) y en muchos casos se están realizando aplicaciones preventivas, siempre y cuando el suelo permita el tránsito de maquinarias.
Similar situación se releva en el Centro-Este de Entre Ríos, en donde las reiteradas precipitaciones y los días nublados promueven la aparición de enfermedades. Con lo cual, se están realizando los controles y aplicaciones pertinentes con el fin de mantener el buen estado del cultivo. El grueso de cuadros de soja de primera se encuentra desde R3 a R5 (inicio de fructificación a comienzo de llenado de granos) con rindes esperados que se ubican desde los 20 hasta los 35 qq/ha.
Finalmente, podemos mencionar que en el oeste de Buenos Aires, si bien relevan mermas de rinde potencial por la falta de humedad, el cultivo ha logrado recuperarse con las lluvias de febrero y hoy presenta condiciones de regulares a buenas.
En contraposición, el norte pampeano sufrió aún más la falta de humedad durante diciembre y enero. Sumado a esto los registros durante el mes de febrero no han sido tan abundantes como para brindar una recuperación efectiva en el cultivo de soja.