El otro lado de Africa
En una incursión al corazón del "continente negro", productores argentinos conocieron de primera mano instituciones, empresas y personas que protagonizan el negocio agropecuario en Kenia,
Un viaje con productores argentinos en busca de conocer el negocio agropecuario del centro de África, nos permitió a quienes los acompañamos desde Globaltecnos conocer tanto sus instituciones, empresas y personas que lo llevan adelante, y nos brindó la posibilidad de adquirir una visión integral de lo que Kenia y sus vecinos, como por ejemplo Uganda, significan para el mundo. En la búsqueda por comprender si en el futuro este continente será el nuevo proveedor de alimentos del mundo, podemos capitalizar las experiencias en nuestras empresas y entornos.
Es muy difícil entender el agro en Kenia sin conocer su pluralidad étnica. Está organizado en 47 condados y un estado nacional hoy presidido por Uhuru Keniatta, hijo del primer presidente y una de las familias más poderosas de Kenia. Además hay que sumarle que cuentan con un complejo sistema de organización: en este país conviven 42 tribus con sus diferentes culturas.
Con una población similar (en cantidad) a la de la Argentina, en una superficie cinco veces más chica, Kenia fue una colonia inglesa hasta entrados los años ‘60, y si bien hoy han perdido participación, es notable su influencia en la poca infraestructura existente, en el sistema educativo y principalmente en su idioma. En Kenia se habla inglés además del Swahili (idioma que comparten con varios países del este de África) y de los idiomas de cada tribu.
Escenario agronómico
Su relieve montañoso y régimen de lluvias hacen que en pocas distancias cambie radicalmente el paisaje. Es muy impactante ver cebadas de 7000 kg por ha en una altitud de 2700 metros, con un régimen de lluvia de 800 mm y a los pocos kilómetros zonas más áridas donde la actividad pecuaria, con un gran sobre pastoreo, es la más representativa. A poca distancia se vuelve a zonas de 1200 mm con maíces de 8000 kg por ha. Kenia está sobre el Ecuador, con lo cual su clima es muy bueno; donde hay riego o lluvias más importantes realizan dos cultivos por año.
Su mayor limitante pasa por la acidez de sus suelos y la baja respuesta a fertilizantes fosforados que limitan su potencial. Las variedades de semillas usadas distan de ser las mejores del mercado, y hay ineficiencias bien marcadas en el manejo del cultivo.
La agricultura es de características bastante homogéneas. Según sus pocas estadísticas confiables, un 75 % de la tierra está en manos de pequeños productores. Es una agricultura de subsistencia en base a maíz blanco y pequeñas producciones pecuarias, como cabras, ovejas y vacas, que constituye el principal ingreso de la población.
En las propiedades más grandes se realizan cultivos de té y café, sus principales actividades de exportación, a la vez que las mayores superficies concentran los cultivos tradicionales como trigo, maíz, cebada y colza, entre otras. Por su influencia europea no está permitido el uso de transgénicos, aunque cada vez es mayor la presión interna por cambiar dicha posición.
Las labores de siembra, defensa del cultivo y cosecha se realizan de manera manual en las granjas pequeñas, siendo su principal problema las pérdidas post-cosecha, calculadas en un 30% de su producción.
(más información en revista Chacra de agosto 2017)