Carne argentina: la OMC liberó la entrada a EEUU
La Organización Mundial de Comercio falló a favor de Argentina y desbloqueó las exportaciones al país del norte después de 14 años
Después de una serie de reveses, la Argentina puede celebrar un fallo a favor de la Organización Mundial del Comercio nada menos que en la emblemática disputa que tiene con Estados Unidos por el ingreso de carne a territorio norteamericano, que está bloqueado desde hace más de 14 años.
Si bien el 30 de abril se filtró el dato desde fuentes del organismo con sede en Ginebra anticipando que "el fallo es favorable a la Argentina" y que la entidad reconocía que no había motivos para que los EE.UU. impida el ingreso de carne vacuna -y así fue reflejado por revistacacra.com.ar-, ambos gobiernos mantuvieron el silencio de la confidencialidad. Hoy llegó la comunicación formal para que EE.UU revierta esa posición, tal como anticipamos, los primeros días de junio.
Ésta es la primera sentencia favorable luego que la Organización Mundial del Comercio le ordenó al Gobierno desarmar el sistema de declaraciones juradas anticipadas de importaciones (DJAI) a partir de una demanda conjunta de EE.UU., la Unión Europea, Japón y una decena de países, entre ellos México.
La batalla de la carne data desde 2001, cuando tras el brote de aftosa, Washington prohibió el ingreso de carnes refrigeradas y sin hueso provenientes de la Argentina. Sin embargo, EE.UU. mantiene hasta el momento las trabas pese a que ya la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) calificó a la Argentina con el estatus sanitario de país libre sin vacunación en la Patagonia y país libre con vacunación en el resto del país. Esto fue avalado por el propio Servicio de Inspección de la Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA/APHIS), que determinó que "las medidas de vigilancia, prevención y control aplicadas por la Argentina son suficientes para minimizar la probabilidad de introducción de la fiebre aftosa en los EE.UU.". Pese a estos indicadores, según el Gobierno, el lobby de productores norteamericanos primó y por eso en 2012 la Argentina recurrió al Órgano de Solución de Diferencias (OSD).
Hace poco más de un mes la entidad que dirige el brasileño Roberto Azevedo sacó una resolución preliminar favorable al país y criticó a EE.UU. por hacer caso omiso de las declaraciones de la OIE. Hoy quedó ratificado.
Igual, la reapertura no será inmediata. Ambas partes deberán sentarse a negociar el flujo de ventas de carne, un negocio no menor a los u$s 350 millones. Pero desde el Gobierno saben que esa cifra puede engrosarse ya que no es sólo la apertura de embarques a EE.UU., uno de los principales países importadores de carne bovina enfriada y congelada, sino que esto destrabaría ventas a mercados importantes como el canadiense y el mexicano, con los que se mantienen conversaciones avanzadas.
Además, la Argentina posee una cuota de carne de 20.000 toneladas que supo utilizarla entre agosto de 1997 y marzo de 2001, cuando volvió a cerrarse el mercado estadounidense al estallar la crisis de aftosa. Fuentes del agro destacan que la ventaja de esta cuota es que permite el ingreso de carne bovina enfriada y congelada sin hueso con un arancel diferencial de 4,4 centavos de dólar por kilo, mientras fuera del cupo el arancel es del 26,4% ad valorem (sobre valor FOB). Otro punto a destacar es que si bien la principal demanda de importación de EE.UU. es carne para transformación industrial (elaboración de hamburguesas), hay probabilidad de colocar cortes de alta calidad a buen precio destinados a hotelería, cadena de restoranes, cruceros, carne kosher, etc.
Hoy hay que hablar de un negocio potencial ya que desde 2006 hasta el año pasado, debido a los controles y a la pérdida de competitividad, la venta de carne al exterior cayó al punto que el país quedó fuera del top 10 de exportadores. Sin embargo, desde enero viene creciendo a un ritmo acelerado que hizo que en el primer trimestre del año ascendiera el 48% respecto de 2014.