La siembra de trigo en el centro norte de Santa Fe prácticamente paralizada
La causa es el bajo contenido de agua útil en los perfiles de suelo, informó la Bolsa de Comercio de Santa Fe en su informe semanal. El clima obligaría a rectificar las planificaciones de la cosecha gruesa 2024-2025.
La siembra de trigo en el centro norte de Santa Fe estuvo prácticamente paralizada debido al bajo contenido de agua útil en los perfiles de suelo, informó la Bolsa de Comercio de Santa Fe en su informe semanal. De esta manera, ante el escenario de escasas lluvias, el clima obligaría a rectificar las planificaciones de la cosecha gruesa 2024-2025.
Solo un número muy pequeño número de lotes en donde se registraron precipitaciones se implantó.
Hasta la fecha se logró el 90 % del total proyectado, representando aproximadamente 418.500 ha, con trigos de ciclo largo en mayor porcentaje, pero, también se utilizaron semillas de ciclo intermedio.
Las características ambientales de la semana fueron las precipitaciones irregulares, desde su distribución espacial o geográfica, hasta los variados montos pluviométricos, los que provocaron que el número de parcelas de trigo con indicadores de déficit hídrico, se estabilizara.
Situación que debería monitorearse para una evaluación concreta de la respuesta de los sembradíos a las condiciones ambientales que soportaron.
Hasta la fecha, los trigales se encontraron en un 68 % en estado bueno, muy bueno o excelente y el 32 % restante, desde bueno a levemente regular.
Dicha variación se evidenció particularmente en los lotes sembrados en la última etapa, fines de junio o principios de julio, ya que los cultivares presentaron menor desarrollo vegetativo de las plantas y amarillamiento de sus hojas.
ALGODÓN
Semana estable climáticamente, en la cual la cosecha del algodón avanzó normalmente, sin modificaciones en el estado de los cultivares, los que se encontraron totalmente secos como respuesta a las sucesivas heladas.
Por tal motivo, el número de picudos se redujo, pero deberían continuar el monitoreo y el control de las trampas para la realización de las tareas necesarias y obligatorias que impidan la presencia de dicha plaga, como la destrucción de los rastrojos, que aseguraría la muerte de las plantas e impediría su presencia y proliferación.
Continuó siendo regular la calidad de las fibras y de las semillas, dada la aparición de patógenos y se detectaron cápsulas dañadas por las condiciones que atravesó el cultivo.