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Por que razón interesa tanto Syngenta

Así, tras rechazar la oferta inicial de Monsanto, el liderazgo de un gigante de la protección de cultivos y las semillas, recibió la nada despreciable oferta de 43.000 millones de dólares por parte de CbcmChina.

Infocampo
12 de Febrero de 2016

 Las preguntas son al menos dos: por qué Syngenta y por qué una compañía china.Y yendo al primer punto la cuestión es si Syngenta es comprada o si Syngenta estaba en venta, y en ese caso por qué y para qué. 

La compañía suiza es el resultado de fusiones que se remontan a los años 70. Formalmente, se constituyó en noviembre de 2000, tras la fusión de Novartis Agribusiness y Zencca Agrocbemicals. 

Pero Novartis era la fusión de Ciba Geigy y Sandoz, mientras que Zeneca venía de ser ICI. en los7 0 estas compañías empezaron a interesarse en el negocio de las semillas comprando firmas líderes como Punk y Northrup King. 

Cuando se formó Syngenta, su facturación trepaba a u$s 6486 millones, de los cuales el 86% provenía de los agroquímicos y el 14% restante de las semillas

La compañía hizo un gigantesco esfuerzo para balancear sus ingresos entre ambas fuentes, más teniendo en cuenta que el mercado y la rentabilidad parecía estar signada más por la genética y la biotecnología, que por las moléculas. 

La compañía avanzó en biotecnología propia, logrando eventos de resistencia a giifosato y a insectos, entre otros. Adquirió compañías semilleras de mayor o menos envergadura (en la Argentina por ejemplo SPS), siempre teniendo a la vista a los dos grandes jugadores de ese mercado, las estadounidenses Monsanto (con sus marcas Dekalb y Asgrow) y Pioneer, adquirida por DuPont. 

Pero quince años después, los números no cambiaron sustancialmente para la firma suiza (ver gráfico). En el ejercicio 2015 (recientemente cerrado), la facturación se redujo respecto de 2014 a 13.411 millones de dólares, de los cuales el 75% provino de los fitosanitarios, el 21% de las semillas y 4% restante de otros negocios

Claramente, la canasta de la facturación no parece haber reflejado el esfuerzo de la compañía para posicionarse en el negocio genético. 

Cuando Monsanto sorprendió al mercado ofertando abiertamente por la empresa, un alto directivo local explicó que ambos portfolios eran complementarios (el grueso de los ingresos de Monsanto provienen del negocio genético) y que no tenía sentido que el esfuerzo en investigación y desarrollo estuviera duplicado a ambos lados del océano Atlántico. 

Los inversores re accionaron inicialmente bien a la noticia, empujando el cupón de Syngenta en la NYSE. Por el contrario, el abierto rechazo parece no haber caído bien, al punto que la acción se desplomó y su basta entonces CEO, Mike Mack, tuvo que dejar el cargo, en medio de versiones sobre la desafortunada decisión de desairar a los competidores de Saint Louis. 

De todas maneras, esto no contesta, o lo hace parcialmente, por qué se vende Syngenta. 

Hay quienes sostienen que el mercado de los fitosanitarios avanza indefectiblemente hacia los genéricos, es decir, hacia productos fuera de patente. Afirman que la innovación pasa más por la formulación o por la combinación de principios, que por el hallazgo de nuevas moléculas. 

De hecho esto lo que manifestaban las memorias de Makhteshim Agan, una firma líder en genéricos, hasta que fuera adquirida por CbcmChina y pasara a llamarse Adama. 

Un empresario argentino del sector, de gran actuación institucional en su momento, decía que las grandes soluciones agrícolas ya habían sido inventadas y que con la caída de las patentes pasaron a ser soluciones muy baratas, de tal manera que alguien que quisiera salir a competir con productos nuevos, tenían no solo que demostrar que eran mejores, sino además más baratos, es decir una ecuación casi imposible aunque sea por el hecho de recuperar la inversión en el desarrollo del principio activo. 

Así las cosas, Syngenta estaría chocándose contra un techo, donde el principal activo es su penetración de mercado. Recordemos que en orden de facturación está a la par o un paso por detrás de Monsanto, que es la líder. 

Ahora bien, por qué CbcmChina. 

Con 1.300 millones de habitantes, que van a ser más porque el gobierno flexibilizó lo de un hijo por pareja, China ha pasado por varios estadios en su política agroalimentaria. 

Cuando se alcanzó el límite decidieron recurrir a los mercados globales para hacerse de lo que les faltaba, por caso la soja. 

Cuando el mercado se encareció y peligró el abastecimiento, apelaron a hacer una agricultura off shore, comprando o arrendando tierras en países en desarrollo. Pero políticamente es un tema complejo y la iniciativa no prosperó. 

Ahora, en esta nueva etapa, el liderazgo chino apunta a jugar en los entornos de la agricultura, por caso en la tecnología y la comercialización. 

Vía Cofco adquirieron Nidera y la totalidad de Noble Grain. Se convierten en jugadores pesados del tráfico de granos y de paso toman alguna posición en materia genética (vía Nidcra). 

Con ChemChlna dieron un paso importante comprando Magan y creando Adama, y ahora van por todo: Syngenta, con la cual accederían a decenas de miles de agricultores en todo el mundo, que como es sabido también es sinónimo de acceso al grano, ya que el canje de granos por insumos es tan viejo como los negocios. 

Por otra parte, si a los 13.400 millones que factura Syngenta les suman los 3.000 y pico de Adama, Chem- China pasa a ubicarse solo con estas dos empresas un par de miles por encima de Monsanto

En la misma línea se está dando la megafusión entre Dow y DuPont, esta última propietaria de una de las semilleras más fuertes del planeta, Pioneer. 

La combinación de ambas com pañías en el área agrícola también la ubicaría en un orden de fa c tu ración de los u $s16.000 / 17.000 millones, lo cual dejaría tres grandes conglomerados, dos por los Eli.UU. y uno por China, que deja a Europa compitiendo en la pulseada por la supremacía tecnológica solo con Hasf y Bayer, para mencionar las dos más poderosas entre las sanitarias y Limagrain entre las semilleras. 

Lo concreto es que de celebrarse la compra de Syngenta, habrá un reordenamiento del mercado global, o mejor dicho el reordenamiento está generando este tipo movimientos telúricos en el sensible mercado de la tecnología agrícola. 

Al ritmo del cupón en la NYSE Para las empresas que cotizan en bolsa, como Syngenta en la de Nueva York, el valor del ticket es un termómetro del entusiasmo o desasosiego de los inversores en la compañía. 

En el término de un año, la acción de Syngenta alcanzó un pico de 90 dólares mientras estaba vivo el interés de Monsanto por adquirirla. Esto fue en junio de 2015. Cuando en agosto, la empresa de Saint anunció que daba marcha atrás con su iniciativa, la cotización del cupón profundizó su caída hasta que para fines de setiembre tocó un piso de 64 dólares. 

Tras la salida del CEO Mike Mack, a quien en la prensa se le achacó la responsabilidad por la jugada, y la expectativa de los inversores de una segunda oportunidad, la acción comenzó a subir. Cuando se hizo pública la intención de ChemChlna, el ticket pegó un salto desde los 70 a los 80 dólares, signo inequívoco de que los inversores están esperando la noticia de la venta de la compañía. 

Desde que se creó Syngenta la mayor facturación provino de los fitosanltarios (rojo). Las semillas crecieron pero no cambiaron mucho la ecuación. 

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