Pasturas megatérmicas recomendadas producen mayor cantidad de forraje
Productores ganaderos observaron en la región de Quimili, Santiago del Estero, el comportamiento de cada especie forrajera y cómo repercutía en la ganancia de peso de los animales.
Gracias a una innovadora experiencia impulsada por investigadores y extensionistas del INTA, productores ganaderos observaron en la región de Quimili, Santiago del Estero, el comportamiento de cada especie forrajera y cómo repercutía en la ganancia de peso de los animales, lo que impactó en la mejora de la productividad y la sostenibilidad de los sistemas productivos en la región.
Durante años, el Gatton panic fue la especie más utilizada en la zona, pero su adaptación a suelos salinos y ambientes de pocas precipitaciones es limitada. Ante esta problemática, investigadores del INTA propusieron evaluar otras especies como Grama rhodes y Buffel grass, ambas más resistentes a condiciones adversas.
Evaluaciones recientes realizadas en terreno por los productores, determinaron que las pasturas megatérmicas recomendadas producen mayor cantidad de forraje, mejora de la calidad de las pasturas, aumento de la carga animal, lo que mejoraría la rentabilidad de los sistemas productivos, todo esto gracias a una mejor adaptación a condiciones ambientales adversas.
La grama rhodes demostró ser la especie más adaptable, ofreciendo mayor cobertura de suelo y producción de forraje en comparación con el Gatton panic y el Buffel grass. Esta especie, resistente a suelos salinos, permitió a los productores mejorar la calidad de sus pasturas y aumentar la carga animal.
"El Gatton panic es la especie más comúnmente utilizada por la popularidad de su gran productividad, sin embargo, requiere suelos de buena fertilidad, no tolera encharcamientos, ni salinidad y necesita entre 700 y 900 milímetros de precipitaciones durante la estación de crecimiento para alcanzarla", señalan los especialistas.
La Grama rhodes es una especie megatérmicas adaptada a suelos bajos o con presencia de sales en el perfil, produce estolones y particularmente el cv Santana, puede ser productivo cuando dispone a partir de 500 milímetros de precipitaciones, especificó. Por su parte, los materiales de Buffel Grass, aunque no toleran elevados contenidos de sales en el suelo, se caracterizan por su adaptación a suelos de mediana fertilidad y a regiones de bajas precipitaciones (350 mm), lo que los hace más versátiles a diversidad de ambientes.
"Esta experiencia demuestra que la diversificación de especies es fundamental para mejorar la productividad y la sostenibilidad de los sistemas ganaderos en el Chaco", afirmó Ursula Wolf -investigadora del INTA Quimilí-.