En el marco del "Plan Provincial Agroforestal", ¿cuáles son las especies a utilizar para reforestar un campo en el centro-este de Córdoba?
El ministerio de Bioagroindustria, junto a otras organizaciones, llevó a cabo una red de ensayos de restauración ecológica en esa zona de Córdoba.
En el marco de la Ley provincial 10.467 "Plan Provincial Agroforestal", y con el objetivo de generar lineamientos y recomendaciones para la restauración de ecosistemas agropecuarios, el ministerio de Bioagroindustria de la provincia estableció a fines de 2022 una Red de ensayos de restauración ecológica en lotes productivos privados del centro-este de la provincia de Córdoba.
La acción se llevó a cabo por intermedio de la Fundación Internacional para la Restauración de Ecosistemas (FIRE) y con el apoyo de investigadores del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV -CONICET) y Grupo de Estudios Ambientales del Instituto de Matemática Aplicada de San Luis (IMASL-CONICET).
Los objetivos fueron evaluar la supervivencia y crecimiento de especies leñosas nativas, evaluar la tolerancia de diferentes especies nativas a la deriva de fitosanitarios y a condiciones de salinidad y/o anegamiento del suelo, evaluar el cambio en la biodiversidad asociada a los plantines y el potencial de fijación de carbono de las especies nativas consideradas, algunos de cuales aún están en proceso.
Para ello, se seleccionaron 10 sitios en el centro-este de Córdoba, se usaron nueves especies de árboles y arbusto nativos y se plantaron 1860 ejemplares, con dos diseños: cortinas y macizos.
A seis meses de su plantación, se informaron los primeros resultados de los ensayos con el propósito de que sirvan de lineamientos y recomendaciones para la restauración de ecosistemas agropecuarios.
Las especies leñosas nativas que se recomiendan plantar, dependerán de las condiciones del área de plantación. En bordes de camino o márgenes del campo: Cina-cina (Parkinsonia aculeata) y Algarrobo blanco (Neltuma alba) tuvieron la mejor supervivencia (mayor al 80%).
También se recomienda arbustivas, como palo amarillo (Aloysia grattisima), espinillo (Vachellia caven), sen de campo (Senna corymbosa), tala (Celtis ehrenbergiana), moradillo (Schinus fasciculata), lagaña de perro (Erythrostemon gilliesii) que a los 6 meses mostraron una supervivencia mayor al 60%.
En bajos salinos y salino-sódicos, las especies recomendadas son chañar (Geoffroea decorticans), algarrobo blanco, cina-cina y espinillo. Todas con una supervivencia mayor al 80%.
Particularmente en el caso de los bajos salinos, las experiencias sin riego muestran un alto nivel de supervivencia, hasta el 93%, con estas especies.
La altura mínima recomendada del plantín al momento de la plantación puede variar en un rango de 25-55 cm. Por debajo de esa altura, la supervivencia se reduce significativamente. Por encima de los 55 cm se corre el riesgo de enrulamiento de raíces debido a un escaso volumen de suelo en la maceta o tubete.
Se recomienda plantar de octubre a marzo, durante la temporada de lluvias, preferentemente luego de que las primeras lluvias logren acumular humedad en los primeros 50 cm de suelo.
En el momento de la plantación se recomienda hacer un riego de asiento de 10 litros de agua por plantín. Luego no es necesario incorporar más agua. Las especies nativas recomendadas están adaptadas a sobrevivir a la estacionalidad climática marcada, tolerando períodos de déficit hídrico.
El uso de protectores es fundamental para asegurar la supervivencia de los plantines en su fase de establecimiento inicial (6 meses). La ausencia de protección aumenta las probabilidades de daño por herbivoría, principalmente liebres, lo cual reduce significativamente el desempeño y la supervivencia del plantín.
Los protectores pueden ser de distintos materiales. Lo que dieron mejores resultados en los ensayos fueron placas de madera (35 x 50 cm) previamente humedecidas (24-48 h), las cuales se pliegan alrededor del fuste/tronco al momento de colocarlas. Su ventaja es que, al ser protectores biodegradables, no es necesario retirarlos cuando crece el plantín, disminuyendo así el impacto ambiental del material plástico.
Otra alternativa es la confección de protectores de material de silobolsa sin uso o virgen que, si bien son plásticos, se reutiliza un material que normalmente es descartado en los campos agrícolas.
Se probaron protectores de cartón, pero no dieron buenos resultados.
En todos los casos, se recomienda colocar un tutor que acompañe al protector en el momento de la plantación para asegurar que no se caiga, vuele o pierda.
La idea de utilizar especies nativas es justamente debido a que no requieren manejo o cuidados posteriores a la plantación. Es decir que, no es necesario regar ni cortar o desmalezar alrededor de los plantines. Incluso hemos encontrado que aquellos sectores sin corte de vegetación espontánea (desmalezado) presentan mejores resultados, porque cumplen una función protectora del plantín.
Sin embargo, se puede realizar un reemplazo de protectores o tutores en el caso de ser necesario, y reposición de fallas, en caso de que las hubiera.