Productores de biodiesel denuncian crisis con reclamos al Gobierno y las aceiteras

Los productores de biodiesel que proveen a las petroleras, para que éstas cumplan con el cupo de mezcla obligatoria con el gasoil, aseguran que la actividad dejó de ser rentable porque las empresas multinacionales que manejan el sector agroexportador le venden el aceite de soja a precios muy elevados, o directamente no les entregan la materia prima. Por el contrario, el precio del biocombustible que aportan a las compañías petroleras está regulado por la Secretaría de Energía , a cargo de Flavia Royón , y actualmente quedó muy bajo.

Advierten que están en juego 2000 puestos de trabajo directo y 10 mil indirectos. En Argentina hay alrededor de 40 plantas de biodiesel (aceite de soja) y alrededor de 18 que hacen bioetanol (aceite de maíz). El reclamo lo está realizando la Cámara de Empresas PyME Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb).
"Las aceiteras cobran una prima por encima del precio de exportación. Dadas las condiciones de mercado, la concentración de los oferentes, las expectativas de devaluación y la posibilidad del implementación de 'dólar soja 3' las aceiteras llevaron el precio a USD 1100 la tonelada, anulando la rentabilidad de las plantas de biodiesel", dijo Federico Martelli, director Ejecutivo del Cepreb. Según el esquema de ajuste mensual que estableció Royón por decreto, en marzo las empresas petroleras les deben pagar a las plantas de biodiesel, 283.000 pesos por tonelada.
Martelli explicó a Letra P , que las empresas están produciendo por debajo de la capacidad instalada: "se debe principalmente a la falta de aceite en el mercado o a los precios por fuera de la razonabilidad que están imponiendo las aceiteras", afirmó, y agregó que "entendemos la presión para controlar la inflación, pero también sabemos que no se quiere paralizar un sector como el de biocombustibles, que industrializa materia prima, agrega valor en origen, mantiene vivos a pueblos del interior y sustituye importaciones".
El sector del biodiesel ya reclamó por el tema cuando el ministro de Economía , Sergio Massa , implementó el denominado dólar soja como incentivo para que las cerealeras y los productores vendan sus productos. Con la liquidación del dólar a $ 230 para los exportadores, el aceite de soja que las multinacionales le proveen a las plantas locales de biocombustible se fue por las nubes y elevó su precio de 850 a 1.100 dólares la tonelada.
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Según referentes del sector, la crisis y la tensión es una secuela de los dólares que le faltan al Banco Central. La producción de biodiesel también sustituye importaciones de gasoil, y le ahorra divisas al Gobierno. En 2022 ya se vieron los camiones haciendo cola en los surtidores para comprar combustible en cupos de 20 litros por tanque. Además, cuenta el uso de energías limpias que significa el biodiesel y los puestos de trabajo que genera. Sin embargo la exportación de soja y sus derivados también suman dólares frescos al BCRA.
La ley N° 27.640 de Biocombustibles regula la elaboración, almacenaje, comercialización y mezcla de biocombustibles -(bioetanol con naftas y biodiesel con gasoil). Las plantas de biodiesel que aseguran estar al borde de la quiebra están radicadas en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, entre otras provincias.
Es una lucha -advierten- que involucra a gigantes multinacionales que monopolizan el complejo agroexportador de granos, oleaginosas y derivados; y a las pymes, en las que también hay grupos concentrados que crecieron con regulaciones del Estado para impulsar los biocombustibles en 2006. Por ejemplo, el Grupo Bojanich , una empresa multirubro de Bahía Blanca que tiene más de 6 plantas a las que presenta como pymes individuales, o el grupo santafesino Essential Energy Holding , que también tiene cuatro plantas pymes.
En el complejo agroexportador están aceiteras multinacionales como Cofco (capitales chinos), Dreyfus (capitales europeos), Cargill , Bunge (Estados Unidos); y las nacionales AGD (de la familia Urquía), Vicentín (en convocatoria de acreedores) y Molinos Río de la Plata ( Pérez Compac ).
Las plantas de biocombustible le proveen a las petroleras Raízen-Shell (capitales brasileros), Axion Energ y ( Grupo Bulgheroni ) , Puma de los holandeses de Trafigura e YPF.
La producción de biocombustible está promocionada en Argentina hasta 2030, pero las grandes aceiteras -empresas integradas a las cerealeras exportadoras- solo pueden exportar. Las pymes tienen prioridad en el abastecimiento del mercado local y están beneficiados con exenciones en el IVA y Ganancias para sus inversiones en bienes de capital y obras de infraestructura.