"Este último año ha sido un punto de inflexión en la agricultura argentina"

 Juan Farinati, el presidente de Monsanto Latinoamérica Sur, se refirió a la rotación, tecnología e información, claves en la nueva agricultura. La Argentina tiene que apuntar a una agricultura balanceada y sostenible, remarcó Juan Farinati. Expoagro, la megamuestra a cielo abierto más importante de la Argentina, que se realizó la última semana en un predio cercano a la ciudad bonaerense de San Nicolás, fue, como sucede cada año, la capital de la agroindustria durante cuatro días. 

Se expuso, literalmente, todo lo que importa a productores y contratistas rurales en materia de tecnologías, maquinarias y servicios para el sector. Los semilleros Monsanto, entre ellos ocuparon varios stands y en sus plots mostraron sus portfolios de productos. Juan Farinati, presidente de Monsanto Latinoamérica Sur, en ese marco, vaticinó que en 2025 la producción agrícola argentina trepará a 180 millones de toneladas, pero ató esa posibilidad a tres cuestiones centrales: una buena rotación de cultivos, la incorporación de tecnología y la información como fuente de rendimiento para los productores. ¿Qué expectativas tiene la compañía sobre el futuro de la agricultura en la Argentina? Las expectativas son, realmente, positivas por lo que viene pasando en el campo. 

Claramente este último año ha sido un punto de inflexión en la agricultura argentina. Estamos en una campaña donde esperamos cosechar entre 120 millones y 130 millones de toneladas, y esto es algo que nos llena de optimismo, por la forma en que el sector tracción a la actividad económica. Expoagro es una muestra de lo digo. Hay más stands, más empresas y más productores interesados en visitarla, y esto demuestra la apuesta del sector agropecuario en el país. 

¿Cuáles son los ejes centrales de la propuesta de Monsanto para este presente de la agricultura? Los ejes centrales están vinculados con la visión que nosotros tenemos de la agricultura en la Argentina. Vemos una agricultura produciendo 180 millones de toneladas de granos y para lograr ese objetivo hay tres cosas fundamentales: primero, tener una muy buena rotación de cultivos, que el Ministerio de Agroindustria, a través de las decisiones que ha tomado, ha comenzado a potenciar; segundo, la opción de la tecnología; y tercero, la información como fuente de rendimiento para los productores. Y este tercer punto es el centro de lo que mostramos en nuestro stand en Expoagro en materia de innovación a futuro. Nosotros no somos sólo una compañía de germoplasmas, biotecnología y productos fitosanitarios, sino también de información porque la información es lo que permite al productor usar mejor la tecnología. Por eso este tercer punto, la información, es el corazón de la nueva agricultura. Novedades. 

En Expoagro 2017, que se desarrolló la última semana en San Nicolás, provincia de Buenos Aires, Monsanto presentó Prescripciones Dekalb, la novedad dentro del Sistema de Soluciones Monsanto que consiste en la caracterización ambiental de los híbridos de Dekalb para lograr el mayor rendimiento y la eficiencia de uso de los recursos, a través del manejo de densidad variable y el correcto posicionamiento de híbridos por sitio específico capturando todo el conocimiento que Dekalb posee de sus híbridos, remarcaron desde la compañía. 

Este nuevo paradigma, según Farinati, nos puede ayudar a recuperar la competitividad que estamos perdiendo frente a nuestros vecinos y competidores. Con los actuales paquetes tecnológicos tenemos el potencial de aumentar los rindes en un 40%. Estamos a las puertas de un nuevo salto tecnológico, y nuestra compañía ya está preparada para ofrecer a los productores argentinos las nuevas herramientas. 

El año pasado los productores que ya han empezado a utilizar Prescripciones tuvieron un aumento de rendimiento de aproximadamente el 6% en su cultivo de maíz y una reducción de la variabilidad del 40% en sus rindes, que es algo sumamente positivo, enfatizó Farinati. El ejecutivo, además, explicó que el lanzamiento de Prescripciones en la Argentina es la puerta de entrada a la agricultura moderna y el primer paso para la introducción de la plataforma Climate, que ya fue lanzada en Estados Unidos y Brasil. En Estados Unidos hay prácticamente 37 millones de hectáreas de cultivo bajo la plataforma de FieldView en aproximadamente unos 100 mil productores. 

Eso significa productores, en promedio, de 370 hectáreas, que no solamente utilizan tecnología en fertilizantes y productos fitosanitarios, sino también información para aprovechar mejor la tecnología. Hoy en la Argentina el promedio de los rendimientos está un 40% por debajo del potencial genético del cultivo de maíz que tiene un productor, entonces ese aumento de un rendimiento que hoy rinde 60% a 100% no sólo se da de la mano de utilizar mejores semillas sino de la mano de utilizar mejor la información, subrayó Farinati. 

¿Cuándo se llegará a una producción de 180 millones de toneladas? Estamos viendo 180 millones de toneladas para 2025. Con rotación, tecnología e información, la Argentina puede alcanzar cómodamente ese volumen de producción. Claramente, cultivos como el maíz y el trigo van a tener un rol fundamental en la construcción de ese crecimiento. La soja también es un cultivo fundamental para la Argentina y lo seguirá siendo, pero tenemos que apuntar a una agricultura balanceada y sostenible, y eso se da de la mano de la rotación. La relación soja-maíz, que en Entre Ríos llegó a ser de 7 a 1, ¿cómo se puede achicar? Hay países en donde esa relación es de 2 a 1, y hasta de 1,5 a 1. Desde el punto de vista de la sustentabilidad, en lo que se refiere a rotación de cultivos, manejo de rastrojos y de la humedad, reducir esa relación sería muy bueno. La Argentina es un país donde la soja tiene un nicho agroecológico muy importante, y, por eso, la soja seguirá siendo un cultivo relevante. Sí creo que lo visto este año en cuando al crecimiento del área sembrada con maíz está lejos de ser un techo. Hay que seguir trabajando en maíz, trigo, sorgo y otros cultivos para tener una agricultura más sustentable. 

¿Cuál puede ser el techo de la superficie maicera? Ocho millones de hectáreas es un área posible, aunque no este año. Creo que hay que ir paso a paso para ir aumentando la superficie de manera consistente. Las elecciones. La agricultura argentina, gracias a las tres medidas que adoptó el presidente Mauricio Macri al inicio de su gestión eliminación y reducción de retenciones, fin de las trabas a las exportaciones y salida del cepo cambiario, protagonizó un salto cuantitativo y cualitativo. En el sector agrícola, sin embargo, hay temor de que un futuro gobierno, de distinto signo político, dé marcha atrás y cambie la actual política agropecuaria. 

¿Qué puede pasar con la política agropecuaria si el Gobierno pierde las elecciones legislativas? Mi visión es que la política agropecuaria que trazó el Gobierno ha dado resultados. De un año a otro, a pesar de las inclemencias climáticas, estamos en las puertas de una cosecha récord de 130 millones de toneladas. Hacer cambios en esa política, que claramente ha mostrado resultados, es algo que no veo.  

La disputa por la Ley de Semillas 

Una nueva Ley de Semillas es el tema pendiente de la agricultura argentina. Las dilaciones en su tratamiento legislativo hay nueve proyectos en el Congreso, está claro, obedece exclusivamente a la disputa entre los productores y la compañía multinacional Monsanto por el uso de la semilla. Los primeros reclaman el derecho al uso propio y la segunda el derecho a cobrar por la propiedad intelectual de la tecnología. Juan Farinati, el presidente de Monsanto Latinoamérica Sur, se mostró optimista sobre la posibilidad de que la nueva legislación que reemplazará a la Ley N° 20.247, de 1973, una buena norma que ha quedado atrasada ante el avance de la genética y la biotecnología se sancione pronto y respete la propiedad intelectual como reclaman todo los semilleros. 

¿Cuándo va a salir la nueva Ley de Semillas y qué Ley de Semillas va a salir? Nosotros somos realmente optimistas. Primero, por el proceso que se está llevando adelante, de diálogo, a través de la Asociación de Semilleros Argentinos, con las diferentes entidades de productores, con el Poder Legislativo y con el Ministerio de Agroindustria. Esa mesa de diálogo está ya trabajando en definir, por un lado, qué es lo queremos para la agricultura en la Argentina. 

A mí me parece que la Ley de Semillas es muy importante para llegar a los 180 millones de toneladas. Respecto a su esencia específica, la ley debe permitir a las compañías lanzar muchas tecnologías y tener una retribución por esas tecnologías, y que los productores puedan optar por las tecnologías que crean más convenientes. Los productores siempre saben elegir sobre la base del campo que tienen y del costo que representa una determinada tecnología.