Producción ganadera en la Patagonia: desafíos, genética y el legado familiar
Mariana Facht, productora ganadera y directiva, compartió su experiencia con Realidad Ganadera (Chacra TV) sobre los desafíos y las particularidades de criar ganado en la Patagonia, destacando el rol de la genética y la planificación en un entorno donde el clima y la logística imponen condiciones únicas.
Mariana Facht, productora ganadera y directiva, compartió su experiencia sobre los desafíos y las particularidades de criar ganado en la Patagonia, destacando el rol de la genética y la planificación en un entorno donde el clima y la logística imponen condiciones únicas.
El clima, un factor determinante
"Producir en la Patagonia es diferente por el clima y los tiempos", explicó Facht, quien realiza la inseminación de su rodeo en diciembre debido a las condiciones climáticas. A diferencia de otras regiones, no puede engordar ganado en el campo, lo que la lleva a especializarse en la producción de terneros. Además, resaltó la necesidad de mover constantemente la hacienda debido a la geografía y los campos de invernada.
La raza Hereford, una aliada clave
Facht destacó que la raza Hereford, con su adaptabilidad y mansedumbre, es ideal para las condiciones patagónicas. "Es una raza muy agradable, fácil de manejar en potreros grandes", comentó, desmintiendo mitos sobre problemas oculares asociados a la raza. También subrayó que su genética permite superar adversidades como los años de sequía prolongada, logrando resultados sobresalientes con pasturas mejoradas.
Compromiso con la genética y la innovación
La ganadera administra un rodeo de 1700 madres y un grupo de puras registradas con 130 madres, enfocado en la mejora genética. "No hacemos cabaña, pero trabajamos para producir toros con una genética fuerte y bien adaptada a la zona", indicó. La demanda de su producción es tan alta que cuenta con lista de espera para la venta de terneros, reflejo de la calidad de su trabajo.
Un legado familiar centenario
El campo en el que trabaja Facht fue adquirido por su bisabuelo en 1909 y desde entonces ha sido administrado por generaciones de su familia. "Hace 10 años decidí mudarme definitivamente a la Patagonia para continuar con el legado familiar", afirmó. Antes, Facht vivió en Buenos Aires y en el sur de Santa Fe, donde desarrolló su pasión por la ganadería.
La planificación como eje central
"Producir mejor y más es un desafío constante que requiere planificación y la incorporación de avances genéticos", sostuvo Facht, quien considera clave el trabajo conjunto con profesionales e investigadores del sector.
El amor por la Patagonia y el campo
A pesar de los desafíos, Facht aseguró que vivir en la Patagonia es una experiencia inigualable. "No hay nada más lindo que vivir en el campo y hacer lo que te gusta", concluyó, reafirmando su compromiso con la ganadería y el desarrollo de la región.