Para Coninagro, la tarifa del flete agropecuario es indicativa y no debe imponerse
Desde la entidad cooperativa señalaron que la tarifa de referencia para el transporte de carga no tiene carácter obligatorio ni fuerza de ley, y destacaron el rol clave de los transportistas en la cadena agroindustrial.
En pleno desarrollo de la cosecha gruesa, con una fuerte actividad del transporte de cargas en las rutas argentinas, CONINAGRO emitió un comunicado en el que busca aclarar y remarcar la naturaleza no obligatoria de la denominada tarifa de referencia del transporte de granos, oleaginosas y afines.
La entidad subrayó la importancia de preservar la libertad de negociación entre productores y transportistas, en el marco de una relación comercial histórica y esencial para el funcionamiento del sistema agroindustrial.
La tarifa de referencia -también conocida como tarifa orientativa- es discutida en mesas de negociación conformadas por representantes del Estado, tanto a nivel nacional como provincial, y por organizaciones que representan a los dadores de carga y a los transportistas.
En estos espacios, se analiza la estructura de costos del servicio, junto con variables externas que inciden en el precio, con el objetivo de establecer un valor orientativo que sirva como base para que ambas partes acuerden libremente el precio del flete.
"En ningún caso estas tarifas tienen carácter vinculante", explicaron desde CONINAGRO. "No fijan un precio obligatorio ni imponen condiciones de orden público. Son apenas una guía para facilitar el entendimiento entre las partes, y cualquier intento de imponerlas de forma coactiva va en contra de la ley y de los principios constitucionales básicos", agregaron.
El transporte automotor representa más del 83% del traslado de los más de 81 millones de toneladas de granos que se movilizan anualmente en el país. En este contexto, CONINAGRO destacó la relevancia de estas mesas como ámbitos institucionales que no sólo discuten precios sugeridos, sino también condiciones operativas y de seguridad para quienes prestan el servicio.
La entidad también hizo hincapié en el vínculo humano y productivo que existe entre productores y transportistas, especialmente en las comunidades del interior del país. "
Ambos son socios naturales en la cadena productiva del agro. Muchas veces, la relación va más allá de lo comercial y se convierte en una alianza fraternal, basada en el respeto mutuo, el compromiso y el trabajo conjunto", señalaron.
Asimismo, CONINAGRO defendió el rol de los transportistas como emprendedores que invierten, asumen riesgos y deben competir con eficiencia en un entorno de mercado libre.
En ese sentido, reiteraron que el productor o dador de carga tiene plena libertad para acordar con el prestador el precio del servicio de transporte, de acuerdo con sus necesidades y posibilidades.
Finalmente, desde la organización cooperativa expresaron el deseo de que "productores, cooperativas y transportistas puedan seguir desarrollando sus actividades en un marco de previsibilidad, paz y seguridad jurídica, con reglas claras y libertad de precios, que garanticen el normal desenvolvimiento de la cadena agroindustrial argentina".