Guelar: "Creo que aquí el único beneficiario en todo esto, se llama República Popular China"
La reciente suba de aranceles impulsada por el presidente Donald Trump sacude el comercio global y complica a la Argentina, que deberá adaptarse a un nuevo escenario internacional en plena etapa de recuperación económica. El ex embajador en China, Diego Guelar, analizó el contexto en diálogo con Chacra Agro Continental.
Un nuevo orden económico internacional comienza a tomar forma tras la reciente ofensiva arancelaria de Estados Unidos, liderada por el presidente Donald Trump. El impacto golpea de lleno a Argentina, que deberá enfrentar una suba significativa de los costos de exportación, en un momento delicado de su recuperación económica. El ex embajador argentino en China, Diego Guelar, habló con Chacra Agro Continental.
"Hay que entenderlo como una tormenta perfecta", advierte Guelar. La nueva política arancelaria de Estados Unidos ha provocado un cimbronazo global, y Argentina no ha quedado exenta. Aunque se argumenta que el país fue "beneficiado" con una tarifa del 10%, el cambio representa una suba de hasta siete veces respecto a la anterior media del 1,2%. En números concretos, se estima un impacto sobre exportaciones por valor de 6.500 millones de dólares.
"Esto es un tsunami que nos pega de lleno", alertó el ex embajador. Y no se trata sólo del aumento en bienes generales: las exportaciones industriales más sofisticadas, como el acero y el aluminio, pasan ahora a tributar un 25% para entrar al mercado estadounidense. A esto se suma la creciente incertidumbre global. El reciente derrumbe de las bolsas asiáticas -con caídas de hasta el 8%- anticipa turbulencias económicas que podrían tener efectos prolongados.
Las decisiones del presidente Trump representan una ruptura con más de 80 años de liberalización comercial encabezada por Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. "Todo esto se tira a la basura. Es brutal, pero real. Algunos lo celebran como una nueva era, pero en realidad estamos retrocediendo cien años", señaló Guelar.
Desde 1945, Estados Unidos lideró un proceso global de reducción de barreras comerciales a través de acuerdos multilaterales, bilaterales y foros como el GATT y la Organización Mundial del Comercio. Esta línea ha sido abruptamente abandonada en favor de una política proteccionista que, según los expertos, terminará impactando también en el propio pueblo norteamericano.
"El pueblo estadounidense va a pagar esto con inflación. Lo que hoy se vende como un corte de beneficios al extranjero, en realidad es una mentira: lo van a pagar los consumidores, las empresas americanas que están instaladas por todo el mundo, y los productores locales", explicó Guelar.
La respuesta argentina: entre la adaptación y el riesgo
Durante su reciente visita a Estados Unidos, el presidente argentino Javier Milei expresó la intención de readecuar normativas locales para cumplir con los requisitos del nuevo esquema comercial propuesto por Trump. Entre ellos, figuran demandas históricas como la reforma de la ley de patentes y de semillas, estancadas desde hace años en el Congreso argentino.
"La readecuación es inevitable, pero una cosa es adecuarse, y otra celebrarlo", sentenció el ex embajador. Además, recordó que cualquier concesión hecha a Estados Unidos bajo el principio de "nación más favorecida", automáticamente se extiende a otros socios comerciales de la Argentina, lo que podría generar una cascada de distorsiones.
El giro de Estados Unidos hacia el proteccionismo no sólo altera el comercio global, sino que abre la puerta a movimientos especulativos multimillonarios. "Se distorsiona un proceso que iba camino a la eliminación casi total de aranceles en los próximos diez años. Esta regresión despierta nacionalismos y proteccionismos en todo el mundo", explicó Guelar.
En ese contexto, la única potencia que parece beneficiarse es China. "El gran ganador de este desorden es la República Popular China", sostuvo Guelar. No obstante, desde el análisis político estadounidense, se espera una reacción del sistema institucional. "El Congreso, las cortes, los gobernadores y la opinión pública ya están respondiendo. Este fin de semana hubo más de 1.200 movilizaciones dentro de Estados Unidos contra la política arancelaria y el trato a los inmigrantes", finalizó el ex embajador.