Medio Ambiente

El zorzal colorado y su doble rol en la dispersión de plantas

Un estudio de la FAUBA reveló que el ave, al alimentarse, disemina y favorece la germinación de semillas de muchas especies en reservas urbanas. Sin embargo, al propagar también especies invasoras, desafía la conservación de la biodiversidad.

SLT FAUBA
31 de Marzo de 2025

En casi todos los espacios verdes, hay una planta exótica. Todo bien con ellas, pero se vuelven un problema cuando se descontrolan y desplazan a las nativas. Esto se complejiza cuando la fauna nativa es la que las ayuda.

Un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) mostró que el zorzal colorado contribuye a la dispersión y la germinación de las semillas de ligustrina en el Parque Natural Municipal Ribera Norte, de San Isidro. Señalan que para controlarla es necesario intervenir tanto en la reserva como en las calles cercanas.

Las áreas protegidas urbanas son refugios de diversidad que enfrentan un creciente desafío: la invasión de plantas exóticas capaces de desplazar a las nativas. Esto ocurre en el Parque Natural Municipal Ribera Norte, en San Isidro -Buenos Aires-, con la ligustrina, un árbol originario de Asia que se expande rápidamente.

"La ligustrina es muy linda, pero representa un problema serio. Cuando florece, atrae a todos los polinizadores de la zona, y al fructificar, cada planta produce millones de semillas que cubren el suelo. Es una competidora feroz para la vegetación nativa", comentó Mariano Devoto, docente de Botánica General en la FAUBA e investigador del CONICET.

En este contexto, Mariano alertó sobre el papel del zorzal colorado, un ave nativa común en la región. "Se alimenta de frutos carnosos y luego disemina las semillas que consumió. El problema es que no discrimina entre autóctonas y exóticas, y eso nos hace preguntar: ¿está contribuyendo a la dispersión de la ligustrina? ¿Afecta a la conservación del Parque?".

Ante el problema, Devoto se propuso -junto a Pablo Kamlofsky, tesista dirigido por Mariano- entender cómo esta ave afecta la germinación de especies nativas y no-nativas, y si podría favorecer la expansión de plantas invasoras. "Queríamos saber qué semillas dispersaba el zorzal y qué les ocurría luego de pasar por su tracto digestivo", explicó a Sobre La Tierra.

"Lo que hicimos fue sencillo -dijo el investigador-. Recolectamos las ‘caquitas' del zorzal, recuperamos las semillas y las pusimos a germinar. Luego, comparamos su germinación con la de frutos intactos que sacamos de las plantas y con la de otras a las que les removimos manualmente la pulpa que las recubría. Así vimos si el zorzal las ayudaba o no".

El estudio, publicado en la revista Agronomía & Ambiente, reveló un comportamiento particular de la ligustrina. "En algunos momentos del año, el paso de las semillas por el tracto digestivo del zorzal mejoró su germinación, pero en otros no vimos mayores cambios. Aún no entendemos bien el por qué de este patrón".

"En el caso de la nativa Solanum bonariense, vimos que las semillas no germinan si están rodeadas por la parte carnosa externa. Sin embargo, al remover manualmente la pulpa y lavarlas, comienzan a germinar, y cuando el zorzal las come, la germinación alcanza su máximo. Esta planta claramente se benefició de interactuar con el pájaro", sostuvo Mariano.

Además, Devoto añadió información sorprendente sobre la dieta del ave. "Sabíamos que se alimentaba de al menos siete especies del Parque. Pero al analizar los excrementos, nos llamó la atención encontrar solo semillas de ligustrina y de Solanum, como si se hubiera concentrado solo en esas dos".

La reserva y más allá

Según Mariano Devoto, en estas áreas naturales es normal ‘meter un poco la mano' para conducir los cambios que ocurren. Por ejemplo, en vez de talar los árboles adultos de ligustrina, se les puede cortar un anillo de corteza para que se mueran y degraden de pie, o sea, sin generar grandes huecos que esta especie coloniza rápidamente".

Este método permite que las especies nativas que crecen bajo la sombra del árbol moribundo tengan tiempo de recuperarse. Además, el personal del Parque realiza intervenciones activas. "Los guardaparques plantan especies nativas para ayudar a restaurar el equilibrio", agregó.

"Controlar las ligustrinas dentro del Parque es esencial, pero siempre habrá un flujo de semillas desde afuera, ya que los zorzales entran y salen todo el tiempo. Un plan de control efectivo a largo plazo debería incluir el control de las ligustrinas en las calles y jardines cercanos para reducir la cantidad de semillas que llega desde el barrio", apuntó.

El futuro del Parque, en el banco

Devoto y su equipo planean estudiar el banco de semillas del suelo. "Queremos tomar muestras de suelo para ver qué especies germinan y cómo evolucionan a lo largo del año. Seguramente, la ligustrina será la especie que más germine, pero también habrá otras, y queremos conocerlas", observó el investigador.

"La diversidad del área es alta, más allá de su reducida superficie -solo 10 hectáreas de tierra en un total de 50-. Tiene una riqueza de fauna y flora que la convierte en un laboratorio natural ideal para estudiar interacciones entre especies y procesos ecológicos. De hecho, realizamos muchos estudios allí", especificó Mariano.

Y completó con una reflexión: "Cada trabajo nos lleva a descubrir algo nuevo. Como decía, el banco de semillas será el próximo foco a investigar, pero el Parque tiene mucho más para ofrecer. Es un lugar fascinante, y estamos listos para seguir aprendiendo de él".

Por: Pablo A. Roset

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