El campo en jaque: reclamo urgente por el impacto de las retenciones
La delicada situación que atraviesa el sector agropecuario ha encendido las alarmas entre los productores y referentes rurales.
La combinación de precios internacionales a la baja, una elevada carga impositiva y retenciones superiores al 30% ha puesto al agro en una encrucijada que amenaza con volverse insostenible.
El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, y referentes de entidades agropecuarias como Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Coninagro, coincidieron en señalar la eliminación de las retenciones como una medida urgente para evitar un colapso en el sector. "El esfuerzo que han hecho los productores es admirable, pero la presión fiscal está destruyendo la rentabilidad. Es momento de actuar con decisión", afirmó Llaryora en Río Cuarto.
Productores, al límite por la presión fiscal
Las voces de advertencia desde el sector no tardaron en hacerse escuchar. Carlos Castagnini, presidente de CRA, sostuvo que las retenciones, junto con la presión fiscal y los bajos precios internacionales, están asfixiando al productor. "Si eliminamos las retenciones, podemos duplicar la producción en dos años. No hay tiempo para más demoras", subrayó.
En tanto, Lucas Magnano, presidente de Coninagro, advirtió sobre los riesgos crecientes para el agro tras los efectos de la sequía y el default de empresas como Los Grobo. "La cadena productiva está muy golpeada. Sin un alivio fiscal inmediato, corremos el riesgo de más quiebras", alertó.
Ambos dirigentes señalaron que las retenciones son el principal obstáculo para el crecimiento del sector. Aunque el tipo de cambio actual es problemático, coincidieron en que la prioridad debe ser aliviar la carga fiscal sobre el agro.
Un punto de inflexión para el agro
Llaryora reforzó este reclamo destacando que las retenciones son un impuesto que penaliza la producción destinada a la exportación. "Si esos recursos quedaran en manos de los productores, el agro tendría un crecimiento extraordinario. La demora en actuar puede ser fatal", declaró en una entrevista con El Puntal.
Por su parte, las entidades rurales insistieron en que la crisis no discrimina entre grandes y pequeños productores. "El campo necesita un alivio fiscal urgente para sobrevivir y seguir siendo el motor productivo del país", afirmó Castagnini.
El sector agropecuario enfrenta un momento decisivo. La caída en la rentabilidad, sumada a costos cada vez más elevados y una presión fiscal asfixiante, exige respuestas concretas e inmediatas. El desafío para el Gobierno es encontrar una solución que permita aliviar la situación del agro sin descuidar las necesidades fiscales del país.