¿Qué hacemos, por ejemplo, para que no se vea que hay desocupación? Entregamos planes". "El Estado tiene que generar hombres libres hombres. Pero nosotros hace mucho tiempo que solo generamos hombres dependientes. El 50% de los chicos no terminan el colegio, y serán hombres dependientes. Una persona que a los 20 años no terminó el colegio, va a depender de un político corrupto que le entregue o no un plan para manipularlo políticamente o para calmar, en el mejor de los casos, su conciencia".
"Las elecciones en Formosa son un ejemplo. En esa provincia la pobreza es condicionante político. Si nosotros no salimos de ahí, no va a haber norma. No es un problema de normas, es un problema de libertad. Y la pobreza elimina la libertad. Insfrán en Formosa es posible por la pobreza que es condicionante. Cuando la gente necesita para subsistir con la extorsión desde el Estado, puede pasar cualquier cosa".
"Hace 40 años está prohibida la utilización de la palabra "orden" en la política. Imagínense el ridículo, 'orden' en las cuentas se llama 'ajuste' y 'orden' en la calle se llama 'represión'. O sea, se usan dos palabras negativas para hablar de dos conductas positivas. Pero hace nueve meses logramos instalar esa palabra nuevamente. Y ahora si no discutimos en serio qué Estado queremos y qué Estado podemos tener, y no lo instalamos en los próximos cinco meses y medio, vamos a perder cuatro años más".
"¿Y cómo se relaciona el orden con los consensos? Para ello se requiere de dos cosas: de convicciones y de diálogo. El gran tema es qué es primero. Yo creo que primero son las convicciones y después es el diálogo. Si nosotros no sabemos qué pensamos, qué queremos, hacia dónde queremos ir, no tenemos lugar en la mesa del diálogo. Yo no le tengo miedo a la construcción de consensos, pero creo que hay un punto de partida y es: yo pienso esto. Lo que no puede pasar es que nosotros lleguemos a la mesa del consenso sin haber explicado y dicho cuál es nuestra convicción profunda".
"Lo que discutimos en esta elección es si queremos que seguir viviendo en la anomia, o si queremos cambiar en serio. Necesitamos políticos valientes que tomen decisiones que le raspen la rodilla y también necesitamos jueces valientes que sean firmes, que estén firmes. Hace poco vimos ejemplos. Espero y esperemos seguir viéndolos".