Editorial

Extrema fragilidad monetaria

El paciente no mejora. Se avizora un escenario delicado, complejo y no exento de volatilidad en los mercados cambiarios. Incluso se sospechan medidas poco usuales por parte del Banco Central

Claudio Gianni
4 de Abril de 2023

El Índice de Riesgo Monetario (IRM) elaborado por la Universidad Austral y el Romano Group se construye a partir de distintas variables económicas en términos locales y globales, consideradas vitales para mantener la estabilidad monetaria de la economía doméstica. Incluye pasivos remunerados (Leliq, pases, lebac), base monetaria respecto del PBI, pasivos remunerados en relación al PBI, pasivos remunerados respecto de la base monetaria, riesgo país y su comparativo contra economías emergentes, reservas internacionales brutas, saldo de la balanza comercial mensual (exportaciones e importaciones), tipo de cambio oficial, tasas de interés real, inflación y PBI

Un índice por debajo del 30% se condice con un escenario de estabilidad monetaria, mientras que un índice superior al 60% evidencia un contexto de altísima fragilidad monetaria. El punto es queel IRM de febrero se ubicó en 65,88%, mientras que para marzo se proyecta un número cercano al 67%.

 Otros datos son igualmente negativos. A más de un mes del anuncio del ministro de Economía para la recompra de deuda en dólares en el mercado, bien puede decirse que los resultados son discutibles. El riesgo país ha retrocedido en días recientes, pero desde entonces hasta ahora fue de 1880 a 2270 puntos, en tanto los bonos han perdido valor. Para los especialistas, una de las razones de la ineficacia de la medida responde a la utilización de las magras reservas netas del Banco Central, conviviendo con un momento extremadamente delicado en cuanto al ingreso de dólares por parte del complejo exportador.

Sobre la reciente publicación del DNU que dispone que entes públicos entreguen sus tenencias de títulos en dólares a cambio de un bono dual con vencimiento en 2026, Alfredo Romano, titular del grupo antes mencionado, considera que esta estrategia contradice la medida anunciada en febrero de recompra de títulos soberanos y puede afectar sensiblemente el patrimonio de los fondos administrados por distintas entidades públicas, entre otros, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad que gestiona los dineros de los jubilados.

A la lista de factores que tampoco colaboran se suma desde luego la inflación. Todas las apuestas llevan a un marzo en torno del 7%, con un deterioro acelerado del escaso poder de compra que ya tienen los salarios. Los pasivos remunerados, en tanto, superan 2.3 veces la base monetaria, todo un récord, aunque sin nada que festejar.

La pérdida de reservas del Banco Central durante febrero consagró a ese mes como el peor de los últimos 20 años. Y el balance de marzo no ha sido mucho mejor. El Central acumula ventas en el año por u$s 3.252 millones, y en la primera rueda de abril se desprendió de billetes verdes por u$s 259 millones. Para colmo, la autoridad monetaria no tendrá esta vez el auxilio del agro, la seca barrió con sus ingresos. Por caso, el sector agroexportador en febrero liquidó 644 millones de dólares, el equivalente a una cuarta parte de los 2.500 millones de dólares liquidados en febrero de 2022.

El país enfrenta proyecciones de caída de las exportaciones de los cinco principales granos del orden de los 20.000 millones de dólares respecto de la campaña anterior, aunque fuentes extranjeras aseguran que el número es más alto. Una severa complicación para las magras reservas del Central y crecientes dificultades para mantener un dólar oficial claramente retrasado como el actual.

Las urgencias pasan por frenar la sangría de reservas y crear un plan de estímulo vía precio a las exportaciones. ¿Lo harán? En el momento de redactar estas líneas el gobierno decide los detalles de lo que denomina dólar agro, que en realidad es una versión maquillada del conocido dólar soja. Hay que decir que buena parte de los billetes estadounidenses del último "programa" de este tipo se terminaron esfumando. Pan para hoy, hambre para mañana si no se toman medidas de fondo, que todo sabemos no se abordarán.

Desde la Universidad Austral hablan de un escenario "delicado, complejo y no exento de volatilidad en los mercados cambiarios". Avizoran además posibles restricciones al pago de importaciones. "Si la situación se complica y el nivel de divisas se reduce notablemente, el BCRA podría recurrir a los encajes bancarios y/o los depósitos de Sedesa", advierten.

Como ve, todas las opciones están abiertas, menos las que serían más razonables. Dicho hasta el cansancio, el camino a las elecciones se ve muy largo, increíblemente largo. 

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