Las autoridades se comprometieron a poner en práctica medidas que ya están en análisis para poder dar evidencia al mercado de que el trigo no estará contaminado. Hace pocos días, la Federación de Acopiadores volvió a dirigirse al Gobierno nacional con el objetivo de poner de manifiesto el riesgo comercial que implica el inicio de la cosecha de trigo HB4 sin medidas de control que impidan la contaminación.
El miércoles 20, el presidente de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara, se reunió con el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, y con el subsecretario de Mercados Agropecuarios, Javier Preciado Patiño, para tratar el tema.
Según comentó Rivara, "Julián Domínguez y su equipo se mostraron abiertos a escuchar y comprendieron las razones de nuestra preocupación, además de comprometerse a poner en práctica medidas que ya están en análisis para poder dar evidencia al mercado de que el trigo no estará contaminado". Pese a que la cosecha de trigo ya está en marcha en el norte del país, las autoridades no dieron precisiones sobre la fecha en que se comunicarán oficialmente las medidas a implementar. Hoy Argentina tiene 55.000 hectáreas sembradas con HB4 en 350 lugares distintos.
La cosecha podría generar unas 180.000 toneladas de un trigo cuya comercialización hoy no está autorizada y cuenta con el rechazo explícito de los compradores de trigo argentino que se niegan a adquirir trigo o harinas OGM.