¿El campo pierde atractivo electoral?

Un primer análisis de las listas de candidatos definidas en las últimas horas muestra pocas nombres de identidad agropecuaria, muy lejos de los niveles de la elección de 2009, donde diferentes partidos poblaron sus nóminas, al calor de las llamas todavía encendidas tras la crisis con el gobierno kirchnerista por las retenciones.

Los casos del presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, que iba a ser candidato a diputado por Entre Ríos, y del secretario general de UATRE, Gerónimo Venegas, hasta pocos días atrás mencionado como seguro postulante a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, son los más emblemáticos que se quedaron afuera en el trance definitorio. Aunque en el caso de Venegas se habría debido al delicado cuadro de salud, que menos de dos días después del cierre de listas provocó su fallecimiento.

Como estos dos casos tienen que ver con Cambiemos, más allá de las cualidades personales aflora una supuesta razón estratégica, pergeñada en los laboratorios de Jaime Durán Barba y Marcos Peña, quienes habrían considerado lo que podría resumirse así: "el campo ya es nuestro y ahora tenemos que mostrarnos más afines a otros segmentos de representación...". Algunos dicen que esa fue incluso la razón por la cual anunciaron en tiempos de campaña electoral que bajarían del rango ministerial a la cartera de Agroindustria. Casi como un guiño a otras tribunas. Aunque ahora parece que ante las advertencias -entre otras la carta abierta que CHACRA envió al presidente Mauricio Macri- piensan que no les conviene menospreciar a un importante sector aliado.

Ahora bien, que Ricardo Buryaile no se a candidato en Formosa parece más una ratificación de sus buenos oficios como ministro que un relegamiento de su potencial electoral. Se habría decidido a guardar cartuchos para la batalla por la gobernación en 2019.

Mirando el medio vaso lleno, los nombres del ministro de Producción santafesino, Luis Contigiani, encabezando la lista del oficialismo en esa provincia, y de Felipe Solá, como primer diputado nacional en la lista bonaerense de Sergio Massa permiten revertir la mirada pesimista. 

Claro, es elocuente que si bien estos dos dirigentes tienen una indudable impronta afín al campo, han logrado de diferente maneras trascender ello, con una articulación mucho más amplia, que les permite no ser encasillado como "sectoriales".

En el mismo sentido, podrían tomarse como puntos a favor para la representatividad los casos de la santafesina socialista Alicia Ciciliani, (que participa activamente en los temas agropecuarios en el Congreso), el de Gilberto Alegre (presidente de la Comisión de Agricultura en la Cámara Baja, que les ganó en la puja por los lugares entrables al industrial José Ignacio de Mendiguren (presidente de la Comisión de Industria) y al Libre del Sur Jorge Ceballos. También podrían computarse el reconocimiento a la peronista María Emilia Soria, defensora de las economías regionales, particularmente del Alto Valle, en Diputados, que enfrentará en las Paso a otra lista kirchnerista. Por último, vale mencionar el caso de Emilio Rached, el senador que en 2008 le sirvió en bandeja el desempate a Julio Cobos. El actual intendente de Pinto, Santiago del Estero, encabeza las diputaciones de su provincia en nombre de Cambiemos, frente al oficialista Frente Cívico.