Cada frontera puede superarse
El viernes 24 de julio Biogénesis Bagó llevó a cabo el evento “Alcanzar la Frontera Productiva es posible” del que participaron más de 400 personas
La jornada comenzó con la presentación de Matías Nardello, Director de Marketing Regional de Biogénesis Bagó quien hizo un resumen de las tendencias mundiales y del potencial de mercado de carne y leche de la Argentina, asegurando que “Necesitamos seguir creciendo, pero hacerlo sobre el stock es caro. Por lo tanto tenemos que crecer sobre el rodeo existente, porque hay muchos rodeos rezagados. La propuesta de Biogénesis Bagó es crecer haciendo más eficiente el recurso “vaca”, achicando las brechas que separan la producción actual de la Frontera Productiva, definiendo que la frontera productiva es el máximo potencial productivo que puede alcanzar un rodeo”.
Matías Nardello también comentó que “de los 4 pilares tecnológicos para reducir la brecha hacia la Frontera Productiva –nutrición, genética, manejo y sanidad– es ésta última la herramienta de menor inversión (entre los costos totales de producción) y que, sumada al asesoramiento veterinario, mayor impacto genera. Por poner un solo ejemplo, si pasara del destete promedio actual de 63% tan sólo 10 puntos, o sea al 73%, se obtendrían 1.400.000 terneros más al año”.
Luego, el Director de Marketing del laboratorio invitó a exponer a productores y sus veterinarios de diferentes zonas del país y diferentes tipos de producciones pecuarias. Todos ejemplos de que alcanzar la frontera productiva es posible.
La primera dupla en exponer su caso fue la integrada por el Ingeniero en Producción Agropecuaria Rodolfo Nougues, dueño y administrador general de campos de cría en la Cuenca del salado y su Veterinario Asesor Juan Insaugarat, socio de Veterinaria “El Rodeo” en Saladillo.
Rodolfo Nougues, cuya producción está hecha en su totalidad sobre campos arrendados, destacó que empezó a notar la diferencia productiva luego de un curso de especialización en negocios que hizo: “luego de ese curso comenzamos a aplicar el planeamiento estratégico en la empresa, basados en que ésa era una variable que podíamos controlar (a diferencia de muchas otras variables que en el campo no se pueden controlar). Comenzamos así un rediseño de la producción agrícola ganadera para hacerlas complementarias y generar sinergias. En éste sentido diría que un punto clave para nosotros es la capacitación continua, no solo la nuestra, como gerenciadores, sino la de todo el personal del establecimiento”.
Posteriormente presentaron su ejemplo Raúl Blua, Socio de Agropecuaria Blua Hermanos, productores de cría Bovina Intensiva en zona Centro - Establecimiento El Casco y Martín Correa Luna, Médico Veterinario, perteneciente al INTA Venado Tuerto y Director del programa Cría Bovina Intensiva.
Blua aseguró que “Cría intensiva no es largar las vacas con un toro… nosotros estamos en un 6.4 vacas por hectárea. Trabajamos sobre la utilización inteligente de los rastrojos y con la idea de que la rotación entre agricultura y ganadería hace más sustentable todo el sistema. Pero sobre todo ponemos mucha dedicación y pasión por la ganadería”.
El veterinario Martín Correa Luna, por su parte, contó la experiencia del Programa de Cría Bovina Intensiva y sus aprendizajes y aseguró que “en orden de importancia es más rentable obtener más terneros/ha que lograr más peso al destete o mejor precio a la venta, y para ello a mayor intensificación, mayor necesidad de asesoramiento veterinario”. También destacó la importancia de la simulación de carga para medir la curva de eficiencia de uso de los recursos forrajeros.
Por su parte, Juan Baqué, Médico Veterinario y Gerente General de Ganagrin, empresa agrícola ganadera presentó el caso de la Estancia Santa Irene, de Producción de cría en el NEA junto con Jorge Pastori, Mayordomo de la estancia.
Más allá de las cuestiones productivas propiamente dichas, tales como “la idea de identificar los puntos críticos de la cría y pasar del círculo vicioso al círculo virtuoso”, Juan Baqué apuntó al “armado del equipo de trabajo como un punto crítico y al liderazgo para llevar a cabo el proyecto”.
Pastori, por su parte, explicó la estrategia de trabajo que utilizan para aprovechar el medio ambiente sustentablemente (pulmón) y destacó que “nosotros logramos el 100% de entore a los 18 meses, lo cual es complejo en nuestra zona. Creemos que para hacer sustentable a un sistema de ciclo completo la cría debe ser exitosa, entendiéndola como una actividad con costo hundido donde el índice de preñez es el punto de partida del ciclo productivo”.
Por último el Lic. Cristian Chiavassa, Director del Grupo Chiavassa, expuso su caso de éxito, basado en la producción intensiva en tambo con alta implementación de tecnología. Un punto interesante que mostró este caso fue el recambio generacional, dado que la implementación tecnológica fue instrumentada por Cristian y sus hermanos, cuando ingresaron a la empresa familiar.
“Para crecer hay que pasar de la intuición a la gestión”, arrancó Cristian Chiavassa, quién comentó que una de las primeras iniciativas que tomaron él y sus hermanos fue comenzar a medir la producción para poder comparar y así tomar decisiones estratégicas de negocios, basadas en tener claro que áreas tenían que mejorar. “Actualmente hemos mejorado tanto el sistema de gestión al punto que tomamos las decisiones basados en mediciones en tiempo real.
Luego de estos casos de éxito, fue el turno del panel integrado por representantes de los grupos de referencia, que fuera moderado por Héctor Huergo, Editor del Clarín Rural y del que participaron: Horacio Salaverri, Presidente de CARBAP; Martin Goldstein, Director de Prensa y Medios SRA; Ignacio Iriarte, Director de Informe Ganadero; Esteban Turic, Director de Innovación de Biogénesis Bagó; Miguel Mejía, asesor veterinario y Alberto Franichevich, Profesor del área de Dirección de Personas y comportamiento humano IAE.
Las conclusiones más importantes de éste bloque podrían resumirse en que:
• La tecnología está disponible y es de fácil acceso para todos los productores.
• Hay un desbalance en el paquete tecnológico aplicado. Se usa más la terapéutica que la prevención, que queda evidenciado en el bajo nivel de aplicación de vacunas a nivel país.
• La capacitación parece ser clave a la hora de dar el salto cuantitativo.
• La importancia de hacer más competitivo el ámbito rural para evitar que la gente se vaya del campo a la ciudad (se mencionaron especialmente 3 áreas: transitabilidad – caminos, electricidad y eonectividad como áreas clave a desarrollar).
• La necesidad de empezar a medir más para poder evaluar y planificar estrategias.
• La oportunidad: con optimismo, ganas y apalancado en que otros están pudiendo hacerlo.
• Entender que siempre el cambio genera resistencias, pero ver modelos positivos es muy constructivo.
• La idea de premiar a los que ya lo están logrando, para promover ejemplos positivos que ayuden a cambiar la cultura y mostrar que se puede.
• La propuesta de trabajar en forma colaborativa (y no transaccional), con una visión clara de hacia dónde ir: alcanzar la Frontera Productiva.
Por último, el bloque final, del que participó, además de Héctor Huergo, Félix Sammartino, Prosecretario de Redacción del Suplemento Campo de La Nación, buscó resumir y llevar el mensaje de la importancia de la comunicación para empezar a transitar el camino hacia una mayor productividad.
En este sentido, se comentó que el concepto de Frontera era muy valioso porque implicaba que “cada frontera puede superarse” y que “cada uno tiene su propia frontera”, algo fundamental de cara a la propuesta presentada por Biogénesis Bagó, que invita a que cada productor, junto a su asesor veterinario, midiendo y conociendo su situación productiva actual y con foco en metas a las que han llegado algunos establecimientos ganaderos modelo, definan sus propios objetivos y concreten su planificación estratégica para iniciar el camino hacia la Frontera Productiva.