"Con educación es posible que logremos afianzar a más gente en el campo"

En una nueva entrega de Entre Mujeres para Chacra TV y revista Chacra conversamos con dos mujeres destacadas en el marco de la 131° Exposición Rural de Palermo: Marisa Bircher, secretaria de Mercados Agroindustriales en el Ministerio de Agroindustria de la Nación y Adela Nores, directora de la Sociedad Rural (SRA) y representante ante el Comité de Mujeres de la Organización Mundial de Agricultores (OMA).

Durante una mañana de la exposición palermitana se organizó la jornada "Mujeres, Lideres Rurales", una charla técnica, enfocada en la promoción de las mujeres en el ámbito rural, mostrando su costado empresarial y sus actuaciones sociales, organizada entre otras instituciones por la SRA (Sociedad Rural Argentina).

Tras ese emotivo y productivo encuentro, CHACRA conversó en su estudio televisivo montado en la feria con dos importantes exponentes de estas mujeres en el sector: Marisa Bircher, secretaria de Mercados Agroindustriales en el Ministerio de Agroindustria de la Nación (la representante femenina con mayor rango en el Estado, entre los cargos vinculados al campo) y en calidad de anfitriona actuó Adela Nores, directora de la Sociedad Rural (SRA) y representante ante el Comité de Mujeres de la Organización Mundial de Agricultores (OMA), impulsora de la citada jornada.

En una entrevista intensa, Bircher y Nores expusieron sus inquietudes y desafíos. Ambas coincidieron en que es necesario promover la educación en el ámbito rural.

-¿Cómo están viendo la actualidad del sector agropecuario de la Argentina?

M.B.: Como profesional, tengo a cargo la agenda internacional, voy tomando decisiones y siguiendo las noticias que afectan a nuestras exportaciones. El rol dentro del Ministerio es igual que al de otros secretarios.

-Con la salvedad de que sos la única mujer que ocupa una de las cuatro Secretarías del Ministerio.

-M.B: Sí. Trato de escuchar todas las cadenas productivas y de ayudar en una estrategia de inserción en un mundo que hoy se presenta desafiante, con una impronta del Mercosur también diferente. Entonces, tenemos la gran responsabilidad de que los alimentos de Argentina estén en los mercados y es una tarea de todo el Ministerio; pero te diría que es una tarea multifacética, como la mujer en la casa.

-A.N: Yo estoy en una institución milenaria que tiene mucha tradición. Contrariamente con lo que le sucede a Marisa, la mujer en el mundo rural está necesitando cosas concretas. Yo vengo desde los gremios luchando por la mujer. Me enfoco en ellas porque es una herramienta que vamos a tener para pasar de los commodities a los supermercados. El patrimonio más fuerte que tiene la mujer es la familia, porque es donde ha invertido más su tiempo productivo. Promoverla en el campo, no es solo promover la empleada sino también a la productora, para que se sientan apoyadas en hacer sus pymes o sus empresas. Tenemos que buscar nuevos canales para que se sientan acompañadas.

Un dato interesante es que hay 330.000 empresas agrícolas en Argentina, pero hay 27.000 dirigidas por mujeres. Desde la SRA, se ha trabajado en la problemática de las mujeres desde diferentes ámbitos, como por ejemplo la educación a distancia.

¿En qué se pudo avanzar en el encuentro de mujeres líderes que se desarrolló en la exposición?

-A.N: Luego del encuentro tuvimos una reunión con diputadas y diputados del agro. Dentro de los proyectos de ley que tenemos, se encuentra el exigir a los bancos programas de créditos rurales dirigidos a las mujeres, y otro, más político, que es lograr que todas las empresas tengan más espacio para ellas dentro de su personal. Hay agrupaciones que trabajan mucho esta problemática, como la UATRE. Estamos también nosotras, están los grupos CREA, hay muchos espacios para agruparse y llegar a conducir dentro del gremialismo.

-¿Cuáles son los factores que les permitieron abrirse camino en un mundo que hace veinte años era inherente al hombre?

-M.B: Creo que hay cualidades que no son una cuestión de género: la responsabilidad, el compromiso. Hoy me toca estar en la gestión del Presidente, (Mauricio) Macri, en donde la mujer tiene un rol importante, más allá del género. Yo nunca me sentí discriminada por ser mujer, el respeto es lo que prima.

-A.N: La Rural es mi casa. Crié a mis hijas en la Rural. Hay mujeres que no tratan de ejercer el liderazgo. Es importante saber que no es necesario gritar para imponer sus ideas.

-¿Cuáles les parece que son las asignaturas pendientes, por importantes o por urgentes?

-M.B: La desigualdad en las asignaciones y la falta de aceptación de la mujer en roles más importantes. Pero vemos que se están dando pequeños grandes pasos desde el Gobierno.

-A.N: El tema que más me preocupa es que tenemos que repensar la educación, porque hay siete universidades solamente que tienen carreras agropecuarias. Hay que promover la educación y ser conscientes de esta situación, si nos comparamos con países que se han desarrollado en el mundo agropecuario. Hay problemas que hay que solucionarlos estructuralmente. Con la educación más aceitada es posible que logremos afianzar más gente en el campo y que no vengan a los cinturones de pobreza de las ciudades. Las escuelas a distancia, de convergencia, son proyectos que estamos intentando desarrollar, incorporando nuevas visiones.

-M.B: Estoy totalmente de acuerdo. En un país agroexportador no puede ser que un Ingeniero Agrónomo tenga como materia optativa Comercio Exterior.

-A.N: Hemos vivido con una educación clasista que hay que erradicar.

-¿Y cuáles son sus sueños?

-M.B: Soñamos con un país con educación, para lo cual hay que fortalecerla. La familia también es importante: sueño con que nuestros abuelos o padres tengan una mejor calidad de vida. Pero hay que seguir trabajando a largo a plazo.

-A.N: El desafío es afianzar nuestra gente en el campo, llenar los espacios que nos dejó el problema social y dejar a la gente en sus lugares para que produzcan bien, eso es lo que nos convoca.