Pruebas pastoriles: el camino hacia una carne de mayor calidad
Las pruebas consisten en evaluar características de animales -toros y vacas- de distintas cabañas de la región mesopotámica. Con ellas se obtienen índices con el objetivo de calificar a los ejemplares y proporcionar información para tomar mejores decisiones.
Únicas en la región, las pruebas pastoriles que lleva adelante el equipo del INTA Concepción del Uruguay -Entre Ríos- son un trabajo en conjunto con la Asociación de Criadores de Hereford.
Estas consisten en evaluar características de animales -toros y vacas- de distintas cabañas de la región mesopotámica, como el peso al destete, la ganancia diaria de peso e incluso también se hacen ecografías para medir el área de ojo de bife y el espesor de la grasa dorsal. Gracias a estos ensayos, los productores de Hereford pueden seleccionar los mejores animales y garantizar una mayor eficiencia productiva y una carne de calidad superior.
Las pruebas consisten en evaluar periódicamente a los animales. Luego de 11 meses -sobre recursos pastoriles de la región-, se estudia su capacidad de crecimiento y su desempeño reproductivo. Asimismo, se le suman las 3 juras fenotípicas -con especialistas que observan a los animales- donde los animales son clasificados en cuatro grupos, los primeros son los mejores de las categorías.
María Eugenia Munilla -especialista en rumiantes del INTA Concepción del Uruguay- señaló que "este estudio le permite al sector privado, es decir los cabañeros, obtener información nueva y actualizada sobre sus rodeos. Además, ponemos en valor datos que tienen muchos años de desarrollo, como la importancia de una buena alimentación desde los primeros estadios de vida del ternero, tipo de destete, recurso forrajero adecuado, antecedentes del animal, peso al destete".
El equipo del INTA mide el crecimiento, tanto sea ganancia de peso, de altura, en perímetro toráxico, también se hacen ecografías para medir el área de ojo de bife y el espesor de la grasa dorsal que, a grandes rasgos, está relacionado con el nivel de muscularidad y de engrasamiento del animal. A su vez, y al final de la prueba pastoril, se realiza un análisis de calidad seminal con especialistas en el tema. "De esta manera se combina, la evaluación del fenotipo con un buen desempeño productivo y reproductivo", agregó la investigadora.
Este año se sumó la prueba pastoril en hembras, que es la única que se hace a nivel nacional para la raza Hereford. Se evalúa no solo la producción sino también el desempeño reproductivo y su fenotipo. De esta manera se obtienen los primeros datos de las hembras de manera integral.
A partir de los datos obtenidos se crean índices productivos (con datos sobre ganancia de peso, otro que es de carcaza que contempla las ecografías, el espesor de grasa dorsal y ojo de bife), fenotípicos (que es con jurados especialistas que observan a los animales) y, por último, índice reproductivo (que es en base a la calidad seminal). "Con estos índices, se genera un ranking y, al final de la prueba pastoril, se obtienen dos animales ganadores, por lo que son mejor valorados, son más requeridos y se utilizan para los rodeos que pretenden llegar a los puros registrados para la raza Hereford", indicó Munilla.