Ganadería Manejo:

La flora ruminal, agradecida

Una alternativa balanceada para aprovechar recursos de baja calidad, mejorando su performance en términos de respuesta animal y de producción de carne. Cómo llegar a buen puerto con esta herramienta.

Revista Chacra
25 de Junio de 2024

Ing Agr. Anibal Fernández Mayer

La ganadería bovina de cría, así como los sistemas de engorde pastoril y a corral, han experimentado una notable concentración en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, el sur de Córdoba, gran parte de las provincias de La Pampa y Río Negro, además de otras regiones del norte del país. En estos últimos años, para mejorar los resultados productivos y económicos de las empresas ganaderas en estas zonas, el especialista Aníbal Fernández Mayer ha destacado la utilización de ciertos aditivos y ha propuesto una forma práctica de emplearlos a través de Bloques Multinutricionales (BMN) o el Suplemento Activador Ruminal (SAR), herramientas que se han venido experimentando en toda la región desde 2007 con resultados muy positivos.

Requerimientos satisfechos

El objetivo es lograr altos consumos de BMN o SAR. Fernández Mayer se refiere a experiencias donde se utilizan entre 0.5 y 1 kg de BMN o SAR por animal en vacas de cría de alrededor de 400 kg de peso vivo. De esta manera, se asegura un consumo de proteína de alrededor de 450 a 500 gramos diarios, cubriendo ampliamente las necesidades de mantenimiento de una vaca de cría (entre 200 y 300 gramos de proteína por día, dependiendo del peso vivo). Todo alimento adicional que ingiera el animal, cubrirá las demandas de lactancia, gestación y reproducción, o bien servirá para recuperar el estado corporal o engordar.

Buen aporte

El uso de los BMN o SAR tiene como objetivo entregar a nivel del rumen una serie de compuestos químicos que favorecen el desarrollo de la flora ruminal (bacterias). Además, los compuestos que trascienden el rumen (pasantes o by pass) llegan al intestino delgado como parte de los almidones de los granos de cereal, de la proteína verdadera del suplemento proteico y de la proteína microbiana sintetizada en el rumen, alimentando directamente al ganado.

Entre los aditivos azucarados disponibles en la región pampeana, clave en la elaboración de los BMN o SAR, Fernández Mayer menciona tres fuentes evaluadas: Smartfeed "tradicional", Nutriliq 2050 y glucosa.

  • Smartfeed tradicional (SFT): es un residuo líquido de melaza enriquecido con levaduras muertas (Saccharomyces Cerevisiae) derivadas de la industria cervecera. La proteína de estas levaduras contiene un perfil de aminoácidos de alto valor biológico, superior al de la soja.

  • Nutriliq 2050: está compuesto por diferentes proporciones de sustancias azucaradas (fructosa de maíz), SFT, urea o minerales, lo que le confiere altos niveles de proteína. Si se emplea pellet o torta de girasol, estos varían entre 40 y 45%, mientras que si se usa pellet o torta de soja, oscila entre 50 y 55%. Los niveles de Energía Metabolizable son equivalentes a los del grano de maíz (de 2.9 a 3.2 Mcal EM/kg de MS). Cuando se usa este producto, no se debe poner urea en el BMN ni en el SAR.

  • Glucosa: es otra fuente de azúcares solubles (energía), similar a la utilizada en apicultura.

La proporción de los ingredientes que integran un BMN o SAR dependerá de los insumos disponibles, sus costos y el destino final (categoría animal).

Lista virtuosa

Cada ingrediente cumple una función específica en la dieta animal:

  • Carbohidratos o azúcares solubles: junto con la fracción almidonosa de los granos y la fibra degradable en el rumen, se transforman en ácidos grasos volátiles (AGV). Estos compuestos, junto con el amonio generado por la urea y la fracción degradable en el rumen del suplemento proteico, "sintetizan proteína microbiana".

  • Urea: aporta nitrógeno no proteico de alta solubilidad, que se transforma en amonio dentro del rumen. No se deben superar los 40 gramos cada 100 kg de peso vivo, o 0.03% del peso vivo.

  • Grano de cereal molido: genera rápidamente cadenas carbonadas, expresadas por los ácidos grasos volátiles.

  • Harina de girasol o soja: aporta proteína verdadera dietaria. También se puede utilizar soja extrusada o expeller, raicilla de cebada, grano de soja cruda, semillas de algodón, etc.

  • Sales minerales: en orden de importancia, son: azufre, fósforo, calcio, magnesio y oligoelementos.

  • Cal: actúa como aglutinante, además de aportar calcio como carbonato de calcio.

Sincronismo energía-proteína

Para evitar que el amonio se pierda como urea (en orina) o genere toxicidad, y que el AGV se diluya como calor, es crucial buscar simultaneidad dentro del rumen entre ambos. Cuando ocurre este sincronismo, se obtiene la máxima síntesis de microorganismos celulolíticos en el rumen, y con ello una mayor digestión de la fibra de los alimentos, lo que genera una proporción más alta de AGV (especialmente ácido acético).

A mayor degradación de la fibra, se produce una tasa de pasaje de la ingesta superior, con lo cual se incrementa el consumo y, por ende, la respuesta animal (carne o leche), concluyendo en una mayor eficiencia productiva. Cualquier grano de cereal puede ser utilizado, pero siempre debe estar molido para que tenga una rápida degradación en el rumen (1 a 2 horas posteriores al consumo), mientras que el pico de amonio se produce entre 1 y 1.5 horas después del consumo de urea.

Con cuidado

Es importante almacenar correctamente este tipo de productos para evitar que se endurezcan y afecten su consumo. Deben tener la consistencia de un "queso fresco o mantecoso". Conviene guardarlos en un galpón o tinglado. En la práctica, al día siguiente de haber sido elaborados, se pueden suministrar a los animales.

El SAR se distribuye sobre una manta, lona o alfombra, siempre a la sombra para que no se afecte el material. Luego de 1 o 2 horas de oreo, se guarda en bolsas de yute o de plástico, dentro de un galpón o tinglado (a la sombra) hasta su distribución a los animales.

Los BMN deben tener una consistencia semidura o blanda, para que los animales los puedan lamer sin grandes dificultades. El SAR debe quedar como "pellets", que luego del oreo se embolsan y se guardan en algún sitio o recipiente adecuado, siempre a la sombra.

Los BMN se deben colocar en una caja de cartón, plástico, madera o metal para evitar el contacto con la tierra y el aire. Además, deben quedar cerca de una fuente de agua fresca y abundante.

El uso del SAR está especialmente recomendado cuando se dispone de un mixer o carro forrajero para suministrar la ración mezclada en comederos. También se puede utilizar esa ración, previamente mezclada, en los llamados silos comederos.

Hoja de ruta

  • Uso de BMN o SAR: buscan suministrar a los animales una serie de compuestos nutricionales (proteínas, energía y minerales) que mejoren la utilización de forrajes groseros, con altos niveles de fibra y muy lignificados (pastos naturales, rastrojos de cosecha, rollos/henos, cultivos implantados tropicales en otoño-invierno, etc.).

  • Incremento del consumo y utilización de forrajes de baja calidad: esto lleva a un aumento significativo en la producción.

El empleo de Bloques Multinutricionales (BMN) y Suplemento Activador Ruminal (SAR) representa una herramienta eficaz y balanceada para optimizar los recursos de baja calidad en la ganadería. La implementación de estos métodos, bajo la guía de especialistas como Aníbal Fernández Mayer, no solo mejora la eficiencia productiva, sino que también asegura un aprovechamiento integral de los forrajes disponibles, elevando la respuesta animal y la producción de carne de manera significativa.


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