Producciones alternativas

La rosella, una alternativa para el NOA

También conocida como Flor de Jamaica, Rosa de Jericó o Flor de Dardo, la rosella es una planta rústica que tiene múltiples usos.

Verónica Salamanco - Redacción Chacra
7 de Julio de 2014

La rosella se presenta como una alternativa agroecológica para los agricultores del sudoeste chaqueño. Es una planta con múltiples usos, ya que se aprovechan sus hojas, sus semillas y los sépalos de sus flores. “Pertenece a la familia de las malváceas. Es originaria de Africa y fue introducida en nuestro país por inmigrantes europeos”, introduce Gabriela Faggi, desde la EEA INTA Las Breñas en Chaco, “es un cultivo poco difundido, restringiéndose al NOA, donde agricultores familiares rescatan e intercambian semillas de su propia producción”.

Este cultivo se desarrolla en climas subtropicales y se adapta a condiciones de sequía. Si bien no es exigente en calidad de suelos, no tolera anegamientos. Se adapta bien a clima tropical y subtropical con temperaturas de 22 a 25ºC y una precipitación anual de 500 a 1000 mm. Es de fácil manejo ya que no presenta plagas ni enfermedades.

Para su siembra, se realiza una labranza vertical con dos pasadas profundas de cincel para facilitar el buen desarrollo del sistema radicular de la planta. Se siembra directo a chorrillo en surcos, con un distanciamiento de un metro y una densidad de cinco plantas por metro lineal, lo que da una cantidad de 10 semillas por metro. “Se necesitan 3 kg de semilla por hectárea”, calcula Fabbi, a la vez que recomienda utilizar semillas que garanticen plantas vigorosas, sanas y con cálices de coloración intensa de la cosecha anterior. “Las semillas se secan a la sombra y se guardan hasta la siembra. El poder germinativo de las mismas se mantiene alto durante el almacenamiento, llegando a unos 90% las que se han guardado por 10 meses”.

El ciclo de la rosella es primavera-verano y la fecha de siembra es preferentemente septiembre-octubre. La temperatura óptima de germinación es 25ºC y se produce a los tres días de siembra. La floración se inicia en diciembre y se cosecha en forma escalonada hasta el inicio de las heladas.

“La planta se cultiva para el aprovechamiento de sus cálices carnosos, en donde radica su valor comercial”, indican el INTA Las Breñas, “para su cosecha se toma como indicador la abertura de la cápsula, de los 5 a 6 meses después de la siembra, ya que en ese tiempo las brácteas y cálices han alcanzado su tamaño óptimo y madurez fisiológica deseada. El indicador es cuando los cálices muestran un color rojo intenso. Según el desarrollo que presenten, se realiza la cosecha en varias fases”.

La recolección puede hacerse en forma tradicional, es decir cortando los cálices carnosos y dejando el fruto o cápsula para luego cosechar las semillas, método que requiere mucho tiempo y mano de obra.

Otra forma es con el corte de la planta: en el momento de la maduración de los cálices y cápsulas se corta la planta entera y se la apila a la sombra donde se llevará a cabo la recolección, la cual se puede hacer realizando un corte completo de cáliz y cápsula. Luego se separan los sépalos que son llevados a deshidratar o a procesar. Para que no pierda su aroma y sus propiedades se recomienda secarlas bajo la sombra sobre malla metálica fina que permita la aireación y evite la pudrición por hongos. “Es necesario remover periódicamente para oxigenar el producto uniformemente. El tiempo de secado promedia los 10 días”, señala Paggi.

Los cálices ya secos se colocan en bolsas para su venta, que suele hacerse en los mercados locales. Los productores de la zona elaboran jugos, jaleas, dulces y productos de pastelería. También se puede utilizar como colorante en la industria textil, en perfumería y cosmetología y otros rubros como la artesanía. Con las semillas se puede producir aceite comestible, o se pueden consumir directamente tostadas. Las hojas tiernas se pueden agregar a las ensaladas. También se utilizan en alimentos para aves y como abono orgánico.

Estudios publicados por el INTA señalan que el consumo de rosella trae beneficios para la salud, ya que ayuda a reducir la presión arterial, disminuye los niveles de colesterol, regula la producción de insulina y tiene efecto diurético, lo que contribuye a la limpieza interna del organismo. Es rica en vitamina C, y en sales minerales, lo que hace que el jugo de rosella sea ideal para deportistas que buscan hidratarse. 

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