El colapso logístico le pega duro a las economías regionales
La falta de contenedores a nivel mundial disparó los costos logísticos en las terminales portuarias argentinas y puso en crisis a las exportaciones agroindustriales, según advirtieron desde el sector industrial.
La falta de contenedores a nivel mundial disparó los costos logísticos en las terminales portuarias argentinas y puso en crisis a las exportaciones agroindustriales, según advirtieron desde el sector industrial. Las principales cadenas de valor afectadas son cítricos, legumbres, hortalizas, carnes, lácteos y pesca, entre otras. Voceros de la industria consultados por BAE Negocios describieron demoras y reprogramaciones en las cargas, cancelación de contratos y subas abruptas de tarifas, que aumentaron hasta ocho veces su valor original.
El negocio de los cítricos sintió el impacto, tanto en frutas frescas como en productos industrializados.
En el caso de limones, al igual que en otros rubros, el costo del flete sufrió fuertes subas, que pasaron de un valor por tonelada de USD1.800 a USD7.000, con picos de USD10.000. En paralelo, la falta de contenedores hace que los fabricantes deban recurrir al alquiler de cámaras de frío al tener su capacidad de acopio colmada.
Ante una consulta de este medio, el director de operaciones de la firma tucumana Citromax, Fernando Carrera, puso números a esta situación. Por día, el alquiler de frío tiene un costo de USD1,15 por tonelada, que por contenedor representa una erogación diaria de USD22. Cada unidad que no se despacha tiene un costo de frío extra de USD600 mensuales. "Si la situación se extiende por tres meses, se pierde el margen de rentabilidad", admitió el directivo.
Este escenario plantea un interrogante para esta producción, que sin perspectivas de cambios en el corto plazo deberá empezar una nueva campaña productiva con sus depósitos llenos. En el caso de los embarques de limones que lograron llegar a destino, Carrera detalló que se registraron demoras en la bajada de los buques y una extensión del período de tránsito, que pasó de 24 a 60 días. A los inconvenientes mencionados se deben añadir los sobrecostos para quienes tramitaron prefinanciaciones de exportaciones.
Otra cadena de valor afectada es la de legumbres, que en las últimas semanas cerró operaciones por 50.000 toneladas, pero no logran embarcarlas. Empresarios del rubro señalaron que el costo de los fletes marítimos a Europa Mediterránea (uno de los principales destinos) pasó de USD600 a USD2.500 por tonelada. Por año, esta producción exporta unas 600.000 toneladas, con un ingreso estimado de USD650 millones El mercado avícola también acusó el golpe. "Hoy podríamos cargar más toneladas, pero no las exportamos porque no tenemos contenedores", reconoció un empresario. En este punto, empezaron a sufrir demoras que se extienden por casi tres semanas y, al igual que otras cadenas de valor, empiezan a derivar cargas entre buques.
Durante la pandemia, analistas del negocio explicaron que China cerró sus puertos y quedaron miles de contenedores sin poder salir, situación que se replicó en las principales terminales portuarias.
Con la reapertura comercial, Estados Unidos y Europa salieron a reabastecerse y el mayor volumen de compras empezó a generar trastornos a nivel logístico. En paralelo, crece la demanda de contenedores y de embarcaciones para trasladar mercaderías.
El flete pasó de USD1.800 a USD7.000, con picos de USD10.000
Por Andrés Lobato