Argentina: caída en las exportaciones argentinas de harina y aceite de soja en el mejor momento histórico de precios
Argentina perdió en el primer semestre de este año una oportunidad histórica que, en cambio, fue muy bien aprovechada por Brasil y Paraguay.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia, junto con un mercado internacional que ya venía muy ajustado en términos de oferta disponible y fondos de inversión agrícolas apurados por tomar posiciones en commodities agrícolas, provocó un empuje alcista de precios de la harina y el aceite de soja nunca visto con anterioridad.
Argentina, el primer exportador mundial de harina y aceite de soja, tenía todo para "comerse la cancha", pero no pudo ser porque el gobierno nacional, lejos de impulsar las exportaciones de ambos productos, complicó al sector con unaumento de derechos de exportación.
Adicionalmente, las distorsiones cambiarias y turbulencias macroeconómicas alteraron el normal ritmo de comercialización de soja en el mercado argentino, lo que provocó que la industria oleaginosa no dispusiera de mercadería suficiente para aprovechar la inédita coyuntura global.
Acaban de salir los datos oficiales de exportación de harina de soja del primer semestre de 2022 y muestran que los embarques cayeron un 4,6% respecto del mismo período de 2021, al tiempo que las colocaciones externas de aceite de soja descendieron nada menos que un 34%.
La caída de los embarques de aceite incluso coincidió con un desabastecimiento generalizado de gasoil en el mercado argentino y recién en el último tramo del pasado mes de junio se instrumentó un aumento del corte de biodiésel (elaborado con aceite de soja) con gasoil.
En números absolutos, las exportaciones de harina de soja sumaron 13,79 millones de toneladas en enero-junio de 2022 versus 14,46 millones en el mismo período de 2021, mientras que las de aceite fueron de 2,209 millones de toneladas contra 3,366 millones en el primer semestre de 2021.
El bache de oferta argentina fue cubierto por Brasil y Paraguay, que en el primer tramo de 2022 incrementaron el procesamiento interno de soja para poder aumentar las exportaciones de harina y aceite de la oleaginosa.
