El riego, un as en la manga que aun no es aprovechado
Por falta de financiamiento y ausencia de incentivos oficiales, en la Argentina solo se riega el 5 por ciento de la superficie cultivable, pero el país tiene todo para crecer en ese campo.
La campaña agrícola 2016/17 empezó con los perfiles cargados de humedad y buenas precipitaciones en casi todas las regiones. Pero según los pronósticos meteorológicos, este será un año Niña, lo que implica que el agua que ahora sobra podría faltar en enero y febrero cuando los cultivos estivales estén pidiendo pista para llenar sus granos.
Con este panorama, es un buen momento para levantar la cabeza del corto plazo y preguntarse por el desarrollo del riego en la Argentina.
Nuestro país tiene el 75 por ciento de su territorio con suelos áridos y semiáridos, por lo que el uso consciente del agua y del riego es clave para un desarrollo eficiente y productivo.
Según el INTA, la superficie bajo riego en Argentina representa entre el 4 por ciento y 5 por ciento del total del área cultivable en el país. "El riego juega un papel fundamental en la producción agropecuaria e impacta en la sustentabilidad ambiental y social del medio rural, es por ello que el INTA desde hace décadas viene fomentando políticas y generando tecnologías para el mejor aprovechamiento de los recursos hídricos en el país, mejorando así las condiciones de vida de los productores, a través de proyectos que favorecen el desarrollo rural y regional", afirman desde el instituto.
Según el Ingeniero en riego Andrés Butta, fundador de la fábrica de pivotes Pampa Riego, el principal inconveniente que encuentran los productores para invertir en proyectos de riego es la falta de financiamiento a nivel local.
"Hay que capacitar al sector financiero, porque el financiamiento es todo. El Gobierno se tiene que dar cuenta de que el mundo quiere que la Argentina riegue porque no quieren que aumente el precio de los alimentos. Por eso, financiamiento para riego hay en todo el mundo", explica el técnico, y enumera al Banco Mundial, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como algunas de las entidades financieras que están ávidas de apoyar este tipo de inversiones.
Butta explica que con la captación del financiamiento internacional para proyectos de riego el primer beneficiado es el Estado Nacional, por el ingreso de divisas, el segundo beneficiado es el gobierno provincial-nacional por el beneficio social de una mejor actividad rural y el arraigo generado por ésta, y el tercer beneficiado es el productor.
Y detalla que la clave que el sector financiero debe entender es que lo que hace viables a estos proyectos productivos es el costo del milímetro de agua.
Al respecto, el ingeniero asegura: "El agua para riego tiene que ser gratis, se puede cobrar los servicios necesarios para llevar el agua a cada establecimiento, pero el recurso en esta instancia tiene que ser gratuito.
Para un productor de alimentos el riego tiene que ser un derecho y el trámite para financiar la compra de un equipo de riego no debería demorar más de quince días". Luego, Butta agrega: "El gran beneficio que tiene el riego es que reduce los costos productivos por tonelada" Actualmente, el NOA es la región con mayor superficie regada, representando casi el 34 por ciento del total. Los principales cultivos bajo riego en esa región son: tabaco, algodón, maíz, alfalfa, cítricos, caña de azúcar, olivo, hortalizas, vid, soja, legumbres, nogal y frutas finas.
En la región se encuentran difundidos diversos tipos de riego: riego por superficie (melgas, tablas, surcos), riego por aspersión (tradicional y mediante equipos de pivote central y avance frontal), riegos localizados (por goteo y microaspersión).
En Santiago del Estero, la superficie bajo riego es de aproximadamente 55.000 hectáreas, mientras que en Tucumán se riegan unas 60.000 hectáreas.
Según el INTA, el desarrollo en la Argentina de una agricultura irrigada tecnificada es una de las principales políticas que impulsa el Ministerio de Agroindustria de la Nación. Su logro requiere de una estrategia planificada e implementada en todo el país, la cual incluye disponer de áreas demostrativas y de capacitación en las que se articulan los esfuerzos del PRO SAP (Programa de Servicios Agrícolas Provinciales) y el INTA, participando también las Universidades Nacionales.
Se estima que en el ámbito del INTA se implementarán próximamente 15 centros demostrativos, distribuidos en las distintas regiones del país que serán financiados a través de un crédito otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
EL NOA Es la región con mayor área bajo riego, con el 34 por ciento del total: tabaco, granos, caña, cítricos, alfalfa, nogales y frutas finas.