AGRICULTURA

HLB: una enfermedad que puede generar pérdidas millonarias

El Senasa refuerza controles fronterizos para evitar el ingreso de plantas infectadas. Por el momento no tiene cura por lo que el control es fundamental.

Ambito financiero
13 de Enero de 2017

 La producción citrícola argentina, se encuentra en alerta roja desde hace varios meses, luego de conocerse una denuncia del Senasa (Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) sobre la aparición de dos focos HLB (Huanglongbin), o enfermedad de los brotes amarillos en Misiones que afecta a las plantas cítricas. Su expansión podría generar pérdidas equivalentes a 1,2 millón de toneladas y una caída de las exportaciones que superaría los 300 millones de dólares, de acuerdo con la proyección de un trabajo del IICA (Instituto de Intercooperación Agrícola) Senasa.

El Senasa de Argentina había denunciado entre junio y octubre de 2016 la aparición de dos focos de HLB, uno en Eldorado, en el noreste de Misiones, cercano a la frontera con Paraguay y el otro en Leandro N. Alem, en el sur de la provincia, pegada al límite con Corrientes.

La expansión de esta enfermedad, además, produciría pérdidas valuadas en 127 millones de dólares para los productos procesados (jugos esencias y otros subproductos) y, el riesgo de perder entre 11.000 y 36.000 puestos de trabajo.

El HLB es una enfermedad que afecta a las plantas cítricas y puede llevar a la destrucción de la citricultura argentina como ya ocurrió en distintas zonas de Paraguay y Brasil. Es considerada una de las enfermedades más destructivas de los cítricos a nivel mundial, y hasta el momento no tiene cura, por lo que resulta de suma importancia cumplir con la normativa vigente.

El agente es una bacteria. Las plantas, una vez afectada y trascurrido entre 6 y 12 meses comienza a mostrar los síntomas, que se manifiestan a partir de la aparición de brotes amarillos, que se extienden a toda la planta hasta producir la muerte total.

"Esta enfermedad es diferente a las que afectan al sector vegetal porque baja la productividad de estas plantas o acarrea problemas de calidad, incluso problemas de mercado. En el caso del HLB produce la destrucción de la citricultura, por eso es importante un buen control de las fronteras para evitar que ingrese a nuestro país", advirtió el vicepresidente del Senasa, Guillermo Rossi, en diálogo con el suplemento Agronegocios.

Pese a que los focos de la enfermedad fueron detectados hace unos meses y se procedió a su destrucción, las autoridades sanitarias argentinas venían realizando un seguimiento del desarrollos de ésta en los últimos seis años, porque en Paraguay y Brasil ya se habían denunciado varios casos de HLB. Por eso las regiones más sensibles son las que limitan con esos países, en las que hay un intenso tránsito de turistas y muchas veces traen las plantas cítricas de esos países limítrofes.

Rossi recordó que en esa Provincia se dio el caso de un viverista que por amparos judiciales no permitía el ingresar de los inspectores del Senasa, pero "luego de lograr destrabar esta situación, pudimos llevar adelante una cantidad de acciones que nos permitieron acceder a más información", precisó.

"En Entre Ríos, con amparos judiciales, después de dos años logramos realizar monitoreos. Se hizo un inicio de erradicación, pero no la totalidad. También hubo muchos viveristas que se auto- erradicaron", agregó el directivo del Senasa.

El vicepresidente del Senasa, contó que se está trabajando mucho para fortalecer los controles, pero no son suficientes para restringir ese ingreso y "una vez implantada la enfermedad, hay un vector llamado Dipahorina citri que la transmite desde los árboles enfermos y la desparrama en la zona".

Las autoridades sanitarias reforzaron los controles en las fronteras y trabajan sobre la capacitación en las escuelas. Una de las tareas fundamentales: "Para nosotros fue la firma de convenios con Gendarmería, que está presente en toda la frontera y también, en conjunto con Agroindustria y Escuelagro, realizamos capacitaciones en las escuelas de Misiones para ilustrar a los alumnos sobre los riesgos que tiene el HLB y trabajar en la prevención.

El organismo sanitario nacional realizó más de 76 mil monitoreos a campo en las provincias de Corrientes y Entre Ríos y extrajo más de 3.500 muestras de material vegetal e insectos que fueron analizadas en los laboratorios acreditados por el Programa.

La política sanitaria contra la enfermedad, viene logrando la concientización de los productores y, desde el año 2015 a la fecha, permitió la destrucción voluntaria de 14.606 plantas cítricas de viveros que incumplían lo establecido por la Resolución Senasa 930/09 y ex SAGPyA 149/98 respecto de la producción de plantas cítricas certificadas bajo cubierta.

En lo que va de 2016 se registraron 63 viveros cítricos inscriptos en cumplimiento de la normativa vigente en ambas provincias. Además, se instalaron dos plantas de procesamiento de fruta cítrica fresca de acuerdo a la Resolución Senasa 37/2016 con la posibilidad de que se construyan, a partir de estos, dos galpones de empaque que se sumarían al ya existente de la Cooperativa Tabacalera de Misiones.

Argentina es considerada el 8º país, con una producción de cítricos estimada para 2016 en los 2,6 millones de toneladas, de las cuales 1,6 millón corresponde a limones, según datos de Federcitrus (Federación de Citricultores) y la estación experimental de Obispo Colombres, Tucumán. El rubro representa el 54 por ciento de la producción de frutas de Argentina. La citricultura abarca a las producciones de naranjas, mandarinas, pomelos y limones. El impacto en el empleo alcanza a los 100.000 puestos de trabajo.

El consumo interno de frutas cítricas supera las 550.000 toneladas (Consejo Federal de Inversiones 2014-21015) y representa poco más de 22,4 kilos/ habitante/año y las exportaciones totalizaron 310.600 toneladas, por un monto cercano a los 600 millones de dólares.

La producción citrícola argentina se desarrolla en 10 provincias, pero hay dos grandes regiones claramente diferenciadas: el noroeste, con principal foco productivo en la provincia de Tucumán y sus alrededores, y el noreste, que tiene foco en el macizo sobre el río Uruguay, Entre Ríos con 42.000 hectáreas, Corrientes destinó a estas plantaciones 20.500 hectáreas y sobre el noroeste, Tucumán con casi 40.400 hectáreas.

La totalidad de superficie cubierta a nivel país sumó 132.000 hectáreas implantadas. La producción está valuada en más de mil millones de dólares, 5.300 productores, 440 plantas de empaque para mercado interno, 112 plantas de empaque para exportación, y 25 plantas industriales.

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