Un niño débil
Las provincias del centro tienen durante el fin de semana una buena oportunidad para avanzar con las siembras, antes del regreso de las lluvias
La primera parte del mes de octubre tuvo un comportamiento benéfico sobre la franja mediterránea, con lluvias excesivas en La Pampa, pero dejando una oferta muy satisfactoria para los trigales cordobeses. Luego las lluvias se ausentaron y fueron las temperaturas las que comenzaron a ganar protagonismo, posiblemente con exigencias destacadas para esos mismos cultivares antes beneficiados. Finalmente la última semana de octubre impuso el regreso generalizado de las precipitaciones, las cuales a comienzos de noviembre terminaron por acumular un volumen de agua inmanejable para el nor noreste de Buenos Aires y sectores del sudeste de Santa Fe, donde igualmente la capacidad de recepción de agua era ostensiblemente mayor. El sudeste entrerriano también se consolidó como zona receptora de excesos pluviales, condición a la que tampoco escapa el sudoeste de la región pampeana.
El mapa que presenta el volumen acumulado de las lluvias de octubre, muestra tres sectores con milimetrajes destacados. Esta oferta de agua no es exagerada sobre Corrientes y el sur de Misiones, pero ha generado serios problemas en el noreste de BA y el sudoeste de la región pampeana. Los acumulados en el sudoeste también provocaron inundaciones, las cuales perdieron protagonismo frente a las que afectaron zonas urbanas del noreste de BA, pero igualmente han sido muy perjudiciales para la zona.
El análisis de las lluvias sobre Córdoba puede considerarse con resultados satisfactorios aunque no podemos obviar el comportamiento térmico que provocó consumos exagerados de reserva y que posiblemente afectó a los cultivares de trigo en el llenado de grano. La provincia de Santa Fe fue la que tuvo la oferta de agua más pobre, con valores que sobre el centro sur apenas lograron el 50 por ciento de lo esperado estadísticamente. Esto también se sintió sobre el sudoeste entrerriano, aunque en la zona las reservas resultaron suficientes para que la fina evolucione bien en su período de floración.
La comparación de las lluvias observadas con la estadística (1973-2013) muestra el sudoeste de la región pampeana y el noreste de BA, como los sectores con anomalías más destacadas, principalmente en toda la zona de influencia de la cuenca del Salado y otros ríos menores que desembocan en la cuenca del Plata y que ingresaron al mes de noviembre con una carga hídrica con escasa capacidad de contención. También en Córdoba se sumaron registros que superan los valores medios de octubre, pero en este sector la situación hídrica que se arrastraba desde septiembre predisponía a los suelos con buena capacidad receptiva, algo que nuevamente se impone en este comienzo de noviembre. Desde este punto de vista, o sea, desde la capacidad de los suelos de recibir nuevas lluvias, claramente la cuenca del Salado bonaerense presenta un alto grado de vulnerabilidad a excesos y anegamientos.
Temperaturas
Mencionamos antes que las temperaturas también tuvieron un gran protagonismo en el mes de octubre. Las temperaturas máximas en Chaco y Formosa superaron en más de 4°C los valores medios del mes. En la localidad de Sáenz Peña (Chaco) la máxima absoluta del mes, fue de 46.1°C, con registros similares en toda la provincia y Formosa. Este comportamiento se moderó sobre el resto del norte del país, pero igualmente resultó en un anomalía positiva muy significativa. Las altas temperaturas mostraron también su influencia en la región pampeana, con máximas absolutas que rondaron los 37°C en la zona núcleo y con un promedio mensual con un desvío de 3°C por encima de los valores normales. En cuanto a las temperaturas mínimas, las mismas también mostraron la misma tendencia y a pesar de que en las últimas jornadas de octubre hubo un marcado cambio de ambiente, no se concretaron heladas fuera de fecha, incluso en el núcleo triguero del sur, donde habitualmente la exposición es mayor en la segunda quincena de octubre y la primera parte de noviembre.
Noviembre
Las primeras jornadas de noviembre promovieron un estado de emergencia hídrica en buena parte del noreste de BA. Por sectores, entre el miércoles 28 y el lunes 3, se acumularon registros del orden de los 300 mm. Este volumen de agua sobre suelos cercanos a la saturación hacía inevitable las inundaciones. Sin posibilidad de direccionar el agua o administrar su potencial capacidad de daño, el problema se volverá a presentar. No puede descartarse que en la zona más golpeada por las inundaciones no vuelvan a producirse eventos pluviales de magnitud en lo que resta del año.
Estas lluvias de comienzo de noviembre han dejado un saldo favorable en gran parte del centro sur de SF. En el mapa se observa que registros del orden de los 60 milímetros cubrieron gran parte del área santafesina que en octubre quedó más seca. Si bien es posible que sobre el sudeste de la provincia los milimetrajes hayan sido mayores, causando excesos temporarios, la situación no es la del noreste de BA y en estos días seguramente los suelos estarán prestos para la actividad vinculada a las siembras. En general, las provincias del centro tienen durante el fin de semana una buena oportunidad para avanzar con las siembras, antes del regreso de las lluvias a comienzos de la semana próxima.
Reservas
Como es habitual, se analizan las condiciones de humedad actuales mediante la comparación con los valores de reservas normales para la fecha. Los resultados de la comparación se clasifican en categorías, teniendo en cuenta para la estadística la serie de datos 1973-2013.
No llama la atención que gran parte del territorio bonaerense presente reservas de humead por encima de los valores normales. Desde comienzos de año, los períodos secos han sido temporarios y en general seguidos por eventos pluviales de vasta cobertura y por zonas con excesiva oferta de agua. Los suelos de gran parte de BA se han mantenido cercanos a la saturación o con napas elevadas. Las recientes lluvias, complejas para el territorio bonaerense, han sido benéficas para la franja central, donde las reservas que predominan son cercanas a las normales. El sur y el este entrerriano y también zonas del sudeste santafesino, se incorporan a esta abundancia de humedad en el suelo, sin embargo son territorios con otra capacidad de drenaje y por lo tanto su situación no reviste la gravedad que ostentan muchos partidos del noreste de BA y algunas zonas del sudoeste de la provincia.
La provincia de CB, el oeste de SF y el norte de L, no están particularmente sobrados de humedad, sin embargo, esta condición no es ajena a la condición que marca la estadística para la época. En general el mes de noviembre es el que tiende a definir el paso de la campaña en las zonas mediterráneas. Por lo pronto habrá que esperar a comienzos de semana para monitorear cómo se comportan las lluvias en CB, provincia que por cierto no se ha acoplado a la sobreoferta de agua del este, recibe precipitaciones, pero no excesivas o con eventos extremos. El norte de SF está más complicado, en realidad viene presentando una oferta de agua similar a la del NEA, es decir algo atrasada, sin recibir los beneficios de las lluvias que se observan hacia el norte o hacia el sur de esta posición. La zona está siendo circunstancialmente salteada por los sistemas precipitantes.
Para esta fecha del año pasado, las reservas de humedad eran muy sobradas en la franja central. Las siembras tuvieron un paso irregular debido a los excesos que complicaron esta tarea. Las lluvias llegaron hasta finales de la primera década de diciembre y desde entonces se transitó el mes más seco y cálido de la campaña, período que complicó muchos maíces y también algunas siembras de segunda, principalmente hacia el sur.
Al presente hay que saber aprovechar las ventanas de buen tiempo con eficiencia, principalmente sobre el este, donde las condiciones hídricas excesivas son más adversas y persistentes.
Conclusiones
De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:
1. Como primer punto, se mantiene lo dicho en el informe de comienzos de octubre: “El fenómeno de El Niño se perfila como un evento débil al cual le asignamos un grado muy limitado de influencia con lo que pueda suceder con las lluvias. En todo caso, bajo las actuales condiciones no lo consideramos un argumento que sirva para justificar una posible sobreoferta de agua en el mediano plazo”.
2. Si bien pueden darse períodos secos temporarios, las masas de aire húmedo seguirán llegando a gran parte de la región pampeana, en forma más eficiente sobre el este. El NOA y el oeste del NEA, necesitan el ingreso de humedad con mayor componente amazónica que desciende desde los llanos orientales de Bolivia. Este flujo de humedad que también beneficia al norte de CB, no se muestra muy activo pero justamente es noviembre la época en que comienza a consolidarse. Hay buenas perspectivas de lluvia en el corto plazo sobre Bolivia las cuales pueden decantar sobre el área mediterránea argentina.
3. Con las lluvias que se observarían entre el domingo y el miércoles de la semana próxima gran parte de las zonas sojeras del país quedarían en condiciones favorables para la siembras. La carga de los perfiles en profundidad hacen una gran diferencia. En este sentido mientras la franja mediterránea pedirá continuidad de precipitaciones, vastos sectores del este requerirán una moderación en el patrón pluvial.
4. A gran escala y mirando el resto del año, las lluvias más importantes tienen mayor probabilidad de ubicarse sobre el este y el sur de la región pampeana, la Mesopotamia, Uruguay y Paraguay. Se espera un comportamiento más cercano al normal en el oeste de SF y la provincia de CB.
5. Lo observado en el mes de octubre con las temperaturas puede volver a ocurrir antes de finalizar el año, sin embargo esto se vincula a factores dinámicos de corto y mediano plazo y hay que monitorearlo en forma permanente.
6. A mediados de la semana próxima se espera una irrupción de aire frío que puede considerarse destacada para la época. Los registros en el sur de la región pampeana pueden volver a acercarse a marcas cercanas o incluso inferiores a los 3°C. Este avance de aire frío seguramente definirá un período de noviembre más estable y seco.