Otoño irregular en el agro: entre chaparrones, calor atípico y alertas por tormentas
El otoño trae un combo climático inestable al corazón agrícola del país. Cielos nublados, lluvias dispersas y temperaturas más altas de lo normal marcan la semana en zonas clave como Pergamino, Rosario y Río Cuarto.
El otoño avanza en Argentina con un pronóstico climático que genera expectativa e incertidumbre entre los productores agropecuarios. Según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y plataformas especializadas, la semana presenta condiciones variadas en las principales regiones productivas del país, con predominio de cielos nublados, probabilidad de lluvias aisladas y temperaturas por encima de lo habitual para esta época del año.
En el norte de la provincia de Buenos Aires, localidades como Pergamino y Tandil experimentarán jornadas con nubosidad variable y chubascos intermitentes, especialmente hacia el fin de semana. El domingo se anticipa como el día más estable, con cielo despejado y temperaturas cercanas a los 25°C.
Rosario, en el sur santafesino, presentará una semana mayormente seca, con algunas probabilidades de lluvias hacia el jueves. Luego, se espera una mejora progresiva, con máximas de entre 23 y 25 grados y cielos parcialmente soleados.
En Río Cuarto, Córdoba, el panorama incluye inestabilidad creciente, con alerta amarilla por tormentas para el viernes 11. El SMN advirtió que estas precipitaciones podrían superar los 50 mm en forma puntual, con ráfagas, granizo y actividad eléctrica. Se recomienda a los productores extremar precauciones en zonas vulnerables a anegamientos.
Por su parte, en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, el pronóstico indica una semana con condiciones mayormente estables, con temperaturas cálidas para abril y una leve tendencia a la nubosidad desde el lunes.
De cara al trimestre abril-mayo-junio, el SMN advierte sobre un patrón climático marcado por lluvias desiguales y temperaturas elevadas. Esta tendencia, sumada a las secuelas del fenómeno de El Niño, plantea desafíos para la planificación de los trabajos agrícolas.
Los especialistas recomiendan estar atentos a los informes climáticos actualizados y considerar el manejo agronómico para minimizar riesgos, especialmente en cultivos sensibles como soja de segunda, maíz tardío y pasturas implantadas.
El 2025, aunque levemente más fresco que 2024 a nivel global, se perfila igualmente como uno de los años más cálidos registrados, lo que refuerza la necesidad de monitoreo climático constante en el sector rural.