Clima

El Niño le podría dar paso a La Niña a partir del invierno

Después de lidiar con una histórica sequía en los años 2022 y 2023, las precipitaciones más regulares y abundantes han allanado el camino para lo que se espera sea la segunda mejor cosecha en la historia del país.

5 de Enero de 2024

El fenómeno climático de "El Niño" ha fortalecido su presencia en Argentina, llevando consigo lluvias por encima de los niveles normales y transformando drásticamente el panorama agrícola. 

Después de lidiar con una histórica sequía en los años 2022 y 2023, las precipitaciones más regulares y abundantes han allanado el camino para lo que se espera sea la segunda mejor cosecha en la historia del país.

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ha publicado un informe tranquilizador, asegurando que el clima no será un factor limitante durante esta campaña agrícola. Sin embargo, se advierte que esta tendencia podría cambiar a partir de abril, según los modelos climáticos estudiados por el organismo público.

La experta Natalia Gattinoni del Instituto de Clima y Agua del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA, señala que los pronósticos internacionales apuntan a un debilitamiento progresivo de El Niño, con la posibilidad de que llegue a su fin entre abril y junio de 2024. Esta transición a una fase neutral de ENOS podría reducir la influencia de El Niño en las lluvias argentinas.

A pesar de estas buenas noticias, la posibilidad de que el fenómeno climático "La Niña" regrese a territorio argentino ha encendido las alarmas. Este fenómeno fue la causa principal de la devastadora sequía de los últimos tres años, especialmente durante la campaña 2022/23. Aunque aún es temprano para confirmar su retorno, los modelos indican un 40% de probabilidad de una fase La Niña a partir del trimestre julio-septiembre de 2024.

El jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Cristián Russo, destaca la preocupante tendencia de un clima cada vez más violento e impredecible. A pesar de la seguridad de que el agua no escaseará en gran parte del país, las recientes tormentas en la región Pampeana y otras áreas han demostrado un poder destructivo significativo. En Córdoba, por ejemplo, lluvias intensas han dejado un rastro de destrucción en ciudades como Hernando y Fotheringham, afectando especialmente la infraestructura agrícola.

Russo subraya que este patrón de tormentas intensas y destructivas no es un fenómeno aislado. Tormentas en la región núcleo durante la Navidad causaron daños considerables a aproximadamente 50,000 hectáreas agrícolas, desafiando los modelos predictivos y generando inundaciones y pérdidas significativas. El sector agrícola se enfrenta así a un escenario impredecible, donde la naturaleza cíclica de los fenómenos climáticos plantea desafíos continuos para la planificación y la productividad.


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