El consumo de carne vacuna en Brasil está en mínimos de 15 años
En 2016 el consumo per cápita descendió a 29,7 kilos. La exportación en enero fue superior a la del mismo mes de 2016 lo cual seguramente se deba a un mayor saldo exportable
La recesión de la economía brasileña se está haciendo sentir en el consumo de carne vacuna. De acuerdo a un estudio de la consultora Agrifatto, en 2016 el consumo per cápita descendió a 29,7 kilos, el más bajo de los últimos 15 años.
A pesar de la fortaleza del real, la exportación brasileña de carne vacuna en enero fue superior a la del mismo mes de 2016, lo cual seguramente se deba a un mayor saldo exportable como consecuencia de la debilidad de la demanda interna, que es el principal destino de la producción del país. El dólar en Brasil en enero cotizó en un eje de R$ 3,20, una valorización de 20% respecto a los alrededor de R$/US$ 4 de un año antes. A pesar de esa valorización, que le quita competitividad a los exportadores respecto a la demanda interna, Brasil volcó en enero 87.150 toneladas peso embarque de carne vacuna al mercado internacional con un valor medio de US$/t 4.045. El volumen es 11,7% superior a las 78 mil toneladas exportadas en el primer mes de 2016. Este aumento revierte la tendencia anterior de exportaciones en caída, con la particularidad que alcanza a las tres principales carnes (pollo, cerdo y vacuna).
"Con el consumo en baja, así como las exportaciones, tenemos un excedente de carne en el mercado interno y de existencia de animales terminados", aseguró Lygia Pimentel, de la consultora Agrifatto. Para la analista, la retención de animales entre 2014 y 2017 es de 7 millones de cabezas y en el caso de las categorías de animales terminados -de 24 a 36 meses- suma 2 millones de animales.
Con este escenario, la terminación de animales adquiridos en 2016 y que deberán ser vendidos a frigorífico este año "corren serio riesgo de bajos retornos económicos", expresó Pimentel.
Tardáguila Agromercados