Milei, el campo, cambios y promesas sin cumplir
El sector vivió un entorno más favorable bajo las políticas de Milei, gracias a la liberalización económica y el impulso al modelo agroexportador. Sin embargo, la eliminación de las retenciones a los granos, una promesa clave de campaña, aún espera ser cumplida, dejando desafíos pendientes para la competitividad del campo.
Javier Milei asumió la presidencia de la nación argentina el 10 de diciembre del 2023 convirtiéndose en el primer mandatario de ideología "libertario". Al cumplirse un año de gestión contamos algunas de las medidas más relevantes en lo que respecta a la economía en general y las que tienen que ver con el sector agropecuario en particular.
Entre sus destacadas políticas económicas se encuentran la baja de la inflación que, en noviembre de este año se situó en torno al 119%, reflejando una disminución significativa respecto al año anterior. Esta reducción se atribuye a políticas de austeridad y liberalización económica implementadas por el gobierno, aunque persisten desafíos para alcanzar una estabilidad inflacionaria sostenible. Cabe señalar que el 2023 había registrado una inflación anual del 211,4%, la más alta a nivel mundial, superando incluso a países como Venezuela y Líbano.
A su vez, en 2023, el riesgo país de Argentina se mantuvo elevado, reflejando la desconfianza de los inversores en la economía nacional. Sin embargo, durante el primer año de gestión del presidente Javier Milei, este indicador mostró una tendencia a la baja. Al asumir la presidencia en diciembre de 2023, se ubicaba en 1.935 puntos básicos. Aunque en el primer mes de su gestión aumentó a 2.049 puntos, posteriormente comenzó a descender. Para octubre de 2024, el índice se situó en torno a los 900 puntos básicos, marcando una reducción significativa y alcanzando su nivel más bajo en cinco años.
El dólar 2023 vs 2024
El año pasado el país experimentó una significativa devaluación del peso frente al dólar estadounidense. Al inicio de ese año, el dólar oficial cotizaba alrededor de $177, y para diciembre de 2023, alcanzó aproximadamente $810, lo que representa un incremento de más del 350% en su valor. Durante 2024, debido a las políticas económicas orientadas a estabilizar el tipo de cambio hicieron que el ritmo de devaluación del peso se desacelerara en comparación con el año anterior. Para el 10 de diciembre de 2024, el dólar oficial se cotizaba a $1.036,50 para la venta, lo que indica un aumento de aproximadamente el 28% desde principios de año.
Además, la brecha entre el dólar oficial y el dólar blue se redujo notablemente. A inicios de 2024, esta diferencia superaba el 60%, mientras que para diciembre se ubicaba en torno al 7,7%, reflejando una mayor convergencia entre ambos mercados.
Aunque el peso argentino continuó depreciándose frente al dólar en 2024, la tasa de devaluación fue significativamente menor que en 2023, evidenciando una relativa estabilización del tipo de cambio bajo las nuevas políticas económicas implementadas.
Déficit fiscal
En 2023, Argentina registró un déficit fiscal primario del 2,9% del Producto Bruto Interno (PBI), incumpliendo la meta del 1,9% acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El déficit financiero, que incluye el pago de intereses de la deuda, alcanzó el 6,1% del PBI, uno de los niveles más altos en la historia reciente del país.
Durante el primer año de gestión de Milei, se implementaron políticas de austeridad y reducción del gasto público, incluyendo el cierre de trece ministerios y el despido de 30 mil empleados estatales. Estas medidas permitieron revertir el déficit fiscal, logrando un superávit primario mensual en 2024. Sin embargo, estas políticas también generaron un aumento en la tasa de pobreza, que afectó a más de la mitad de la población, y provocaron recesión económica. Es decir que, mientras que en 2023 Argentina enfrentó un déficit fiscal significativo, en 2024, se alcanzó un superávit fiscal mensual gracias a estrictas medidas de austeridad, aunque con costos sociales considerables.
El campo, Milei, cambios y promesas sin cumplir
Durante el primer año de gestión del presidente Javier Milei, el sector agropecuario argentino experimentó una serie de cambios derivados de las políticas económicas implementadas por el gobierno.
Las principales medidas que impactaron al sector fueron la reducción de subsidios y recortes fiscales. El gobierno implementó una política de austeridad que incluyó la eliminación de subsidios en diversas áreas. Aunque estas medidas afectaron a múltiples sectores, el agropecuario se vio beneficiado en comparación con otros, como la industria y el comercio, que enfrentaron mayores desafíos debido a la reducción de subsidios y recortes en obras públicas.
Se promovió una mayor liberalización de la economía, facilitando las exportaciones y reduciendo trabas burocráticas para el sector agropecuario. Esta desregulación buscó incentivar la producción y competitividad en los mercados internacionales.
El presidente Milei se inclinó por un retorno al modelo agroexportador, priorizando al sector agropecuario como motor de la economía nacional.
Se implementó el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), ofreciendo beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios a sectores industriales específicos. Aunque el sector agropecuario no fue el principal destinatario de estos incentivos, la mejora en infraestructura y otros sectores complementarios tuvo un impacto positivo indirecto en la actividad agropecuaria.
Durante el primer año de gestión de Javier Milei, el sector agropecuario experimentó un entorno más favorable en comparación con otros sectores de la economía, gracias a políticas de desregulación y un enfoque en el modelo agroexportador.
Cabe señalar que, durante su campaña, el presidente Javier Milei prometió eliminar los derechos de exportación a los granos. Sin embargo, en su primer año de gestión, esta promesa no se cumplió plenamente. Aunque se eliminaron o redujeron las retenciones en productos como lácteos, carne porcina y ciertas categorías de vacas, los granos, que representan una parte significativa de las exportaciones agrícolas argentinas, aún están sujetos a estos impuestos. La eliminación de las retenciones a los granos sigue siendo una demanda central del sector agropecuario, y su implementación es esperada para fortalecer la competitividad y rentabilidad de los productores.