REGIONALES

Medidas sanitarias para resguardar áreas protegidas contra la mosca de los frutos

La mosca de los frutos es considerada una de las plagas de mayor incidencia para la producción frutihortícola de la Argentina debido a los daños que produce en la fruta y al impacto económico y social asociado.

26 de Marzo de 2024

 El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), a través de su Programa Nacional de Control y Erradicación de Mosca de los Frutos (PROCEM), busca reducir este impacto desarrollando sus acciones sobre las plagas Ceratitis capitata (mosca del Mediterráneo) y Anastrepha fraterculus (mosca sudamericana).

Las acciones de prevención tienen dos sujetos fundamentalmente: quienes se dedican a la producción frutihortícola y quienes viajan por el país. Los primeros son actores principales en el manejo de la plaga, ya que su accionar es de fundamental importancia para lograr el éxito del control fitosanitario; mientras que los segundos pueden representar una amenaza latente para la dispersión de la plaga en el país al ingresar frutas a las áreas protegidas.

La prevención, la clave: Producir y controlar

Dentro de cada región, todas las acciones en campo están integradas al sistema de vigilancia del Procem. Entre las medidas de control se incluye la TIE (técnica del insecto estéril), complementada con acciones de control químico y cultural, y trampeo masivo.

Específicamente, el control químico consiste en aplicar productos insecticidas registrados y específicos para la plaga, respetando la dosis, frecuencia, forma de aplicación, acción residual y tiempos de carencia, de acuerdo a la recomendación del marbete y con la correcta calibración de maquinarias.

Por su parte, el trampeo masivo implica colocar en los frutales botellas plásticas que contengan atrayentes alimenticios (ej: vinagre de manzana o de vino, fosfato diamónico) o trampas comerciales cebadas con atrayentes específicos para mosca de los frutos. Por último, el control cultural consiste en realizar la recolección de frutos caídos y del total de los remanentes de cosecha con una frecuencia semanal, para su posterior destrucción.

Como resultado, los beneficios del control son claros para quienes se dedican a la producción: reducción de las pérdidas de frutas, mejora en la sanidad e inocuidad de los alimentos que producen, posibilidad de exportar sin tratamientos cuarentenarios y apertura de mercados internacionales.

Viajar y no dispersar

A nivel mundial existen más de 300 hospedantes de mosca de los frutos, entre los cuales se incluyen la naranja, manzana, durazno, mango y pera, entre otros. Al trasladarse por el territorio, es común que muchas personas que viajan -ya sea por trabajo o por ocio- elijan llevar frutas como refrigerio.

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