Dinamismo y desafíos en el mercado del café: producción, precios y exportaciones en América Latina
El mercado mundial del café ha mostrado variaciones significativas en las exportaciones y el comportamiento de las cosechas, impulsadas por factores climáticos y la dinámica de la oferta y la demanda.
El mercado mundial del café ha mostrado variaciones significativas en las exportaciones y el comportamiento de las cosechas, impulsadas por factores climáticos y la dinámica de la oferta y la demanda.
Los principales productores de América Central, así como Colombia en América del Sur, uno de los mayores productores del mundo, se enfrentan a retos y oportunidades que están dando forma a las expectativas para la cosecha 25/26. La recuperación de la producción, unida al aumento de los precios y a las condiciones meteorológicas variables, está influyendo en la oferta y, en consecuencia, en la comercialización del café.
Colombia, América Central y México: flujo comercial
La recuperación de la producción y la subida de los precios han impulsado los envíos de café de Colombia. En América Central y México, la cosecha se aceleró, dando lugar a un aumento estacional de las exportaciones, con variaciones de rendimiento entre países. Como resultado, el volumen total aumentó un 12,8% en los primeros cuatro meses de la campaña 24/25.
Con el adelanto de la cosecha 24/25 en América Central y Colombia y la creciente demanda mundial de Arábica natural, los diferenciales del Arábica lavado han caído, y algunos países registran valores negativos. Sin embargo, la menor disponibilidad de Brasil y los fuertes diferenciales del Arábica natural podrían aumentar la demanda de granos lavados en el segundo trimestre, lo que daría lugar al sostenimiento de los precios hasta que se recupere la oferta de Brasil.
Colombia sigue registrando precipitaciones acumuladas dentro de la media, lo que puede afectar a la cosecha, pero favorece el desarrollo de la 25/26. En los países de América Central y México, a pesar de los bajos niveles de precipitación acumulada en 2024, la temporada 2025 mostró lluvias más cercanas al promedio.
Al no preverse La Niña ni El Niño hasta septiembre, es posible que las precipitaciones se mantengan dentro de los niveles medios, lo que podría generar unas perspectivas más positivas para el próximo ciclo. Además, con la capitalización de los productores, se espera una ligera recuperación para 25/26, especialmente en Colombia, Honduras y Costa Rica.