Claves de manejo y bienestar animal en presencia de síntomas de Encefalomielitis equina
En el marco de la emergencia sanitaria, Senasa recuerda consideraciones necesarias para atender equinos con síntomas.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria Senasa) brinda una serie de recomendaciones sanitarias para el manejo y el bienestar de equinos que presenten signos clínicos compatibles con encefalomielitis equina (EE) y sean notificados al organismo.
La EE es una enfermedad infecciosa transmitida por el mosquito, motivo por el cual suele manifestarse con el aumento de las temperaturas y en ambientes más favorables. Para prevenirla, su principal herramienta es la vacunación, de carácter obligatorio en todo el territorio nacional para los equinos mayores a dos meses.
Sin embargo, cuando esta patología se presenta en équidos puede hacerlo a través diferentes formas clínicas: una infección inaparente, cuadros febriles o una afección del sistema nervioso central.
Los equinos que manifiestan esta última condición desarrollan un cuadro neurológico con variadas signologías, como puede ser ataxia (deterioro en la coordinación de movimientos), parálisis del tren posterior, hiperexcitación, depresión, pedaleo, hipertermia y decúbito (cae al piso).
Ante esta situación, los tenedores de equinos deben dar aviso inmediatamente al Senasa para la atención de la sospecha dentro de las 24 hs, por medio de las diferentes vías de notificación oficiales. Pero también, resulta ideal comunicarse con un veterinario privado para que inicie un tratamiento sintomático paliativo de la enfermedad (ya que no existe tratamiento específico), a los fines de que el animal desarrolle un tránsito más tenue de la misma y aumenten sus posibilidades de recuperación.
Para ello, existen algunas consideraciones que pueden implementarse para mejorar el bienestar del equino hasta la llegada del veterinario, entre las cuales se destacan:
Ubicarlo a la sombra y dejarle agua fresca a disposición; mojarlo con agua fría con una manguera o balde para disminuir la fiebre; en caso de que presente convulsiones u otras alteraciones en la locomoción, se debe alejar al equino de objetos cortopunzantes y de otros animales para que no se lastime.
Asimismo, si el équido llega a la posición de decúbito, se sugiere estimularlo -siempre que se pueda- a que se reincorpore. Para lograrlo, se lo debe dejar unos 15/20 minutos en posición de decúbito esternal (panza hacia abajo), mientras se le ofrece agua y se masajean los miembros. Luego, es muy importante acompañarlo a la posición de estación (parado) con bozal y cabestro, sosteniéndolo de la cola para que no pierda el equilibrio.
De lo contrario, si el animal permanece acostado, se recomienda quitarle las herraduras y cubrir sus miembros y cabeza con acolchados de goma gruesa para evitar la autolesión.
Cabe destacar que los signos nerviosos que pueden manifestarse son comunes a otras enfermedades neurológicas como la rabia paresiante, por lo cual es importante considerar que si una persona se encuentra en una zona endémica de esta enfermedad no debe manipular al equino.