Argentina, a contramano del mundo, un estudio revela bajo consumo de pescado y crisis en las exportaciones
Hay una preocupante realidad de la industria pesquera argentina que revela un consumo interno históricamente bajo y una crisis exportadora agravada por factores macroeconómicos.
Un estudio de la Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera, presentado por Raúl Cereseto, pinta un panorama preocupante para el consumo y la industria pesquera argentina. Con un promedio de apenas 5 kilogramos per cápita anuales, el país se ubica en el último lugar de Latinoamérica y representa solo el 25% de la media mundial. Cereseto habló en Chacra Agro Continental sobre el informe y datos se la industria pesquera. Esta arraigada "indiferencia" hacia la proteína de pescado contrasta con una industria que, a pesar de ser el octavo complejo exportador nacional, atraviesa una profunda crisis marcada por una macroeconomía desfavorable y una significativa pérdida de rentabilidad debido a un dólar no competitivo y el aumento de los costos internos.
El informe revela una paradoja sorprendente: por primera vez en años, el filét de merluza se presenta como una opción más económica que la bola de lomo en diversos puntos del país. Sin embargo, una encuesta realizada en paralelo en provincias como Chubut, Río Negro, Neuquén y Mendoza arrojó que incluso durante la Semana Santa, tradicionalmente asociada al consumo de pescado, casi el 69% de los encuestados planeaba consumir carne, evidenciando una persistente cultura carnívora.
Ante este escenario de bajo consumo, Cereseto planteó interrogantes sobre las estrategias necesarias para revertir esta tendencia. Reconoció la fuerte identificación del argentino con el campo y la carne, pero sugirió tomar como ejemplo a países como España, donde campañas de promoción, la inclusión del pescado en comedores escolares y una mayor oferta en el mercado han impulsado su consumo. "Soy un convencido que el argentino además no disfruta mucho el pescado porque no sabe cocinarlo", afirmó, resaltando la necesidad de educar sobre sus beneficios nutricionales, como el aporte de omega 3 y proteínas de alta calidad.
Cereseto también abordó la realidad de la industria pesquera, que exporta anualmente alrededor de 2.000 millones de dólares y captura cerca de 880.000 toneladas, de las cuales unas 600.000 se destinan al mercado internacional. Destacó un momento atípico en 2018, cuando las exportaciones de pescado superaron a las de carne, pero lamentó la falta de una "mirada de desarrollo con búsqueda de oportunidades" desde la política hacia este sector con un enorme potencial, dada la extensa costa marítima y la rica biodiversidad de los mares argentinos.
Finalmente, Cereseto se refirió a la controversia sobre la pesca ilegal en aguas territoriales argentinas. Si bien aclaró que la pesca más allá de la milla 200 es legal, aunque "no declarada y no reglamentada" y perjudicial en términos ambientales y laborales, enfatizó que la pesca dentro de la zona económica exclusiva es una infracción. Advirtió sobre la presencia de flotas extranjeras, principalmente chinas, que si bien operan legalmente al límite de la zona exclusiva, representan una competencia desleal para la industria local al pescar las mismas especies sin regulaciones ni controles, afectando los mercados y la sostenibilidad de los recursos marinos.