Agricultura

La colza, camelina y carinata, su crecimiento y potencial como cultivos bioenergéticos en el país

La colza ha ganado relevancia por su uso en la producción de biocombustibles, especialmente en la aviación, ayudando a reducir la huella de carbono. Su demanda global es alta, siendo la segunda oleaginosa más importante después de la soja. Además, otras especies como la camelina y la carinata son valoradas por su potencial energético.

Chacra
10 de Septiembre de 2024

El investigador del INTA, Coll, resalta que el mercado internacional es muy amplio y que Uruguay ha visto un crecimiento explosivo en este cultivo en los últimos años. Un simposio en Paraná busca reunir a expertos y productores para discutir avances y desafíos en el cultivo de colza.

Leonardo Coll investigador del INTA Paraná habló con Chacra TV sobre el 1° Simposio que se va a realizar sobre Colza y Brasicáceas en Paraná, Entre Ríos, el jueves 12 de septiembre. Durante la entrevista destacó la importancia creciente de la colza, una oleaginosa de invierno que ha tomado relevancia en los últimos años por su capacidad para producir biocombustibles. Además de la colza, otras especies como la camelina y la carinata, también pertenecientes a la familia de las brasicáceas, son útiles para la producción de biodiesel, especialmente en el transporte aéreo, contribuyendo a reducir la huella de carbono.

El investigador del INTA habló acerca de la colza, su importancia, su periodo de siembra, y por qué tomo relevancia en los últimos tiempos. "Es un cultivo invernal y oleaginoso, quiere decir que su aceite puede ser utilizado para producir biocombustibles", sostuvo Coll y agregó que "no solo el de colza, también el de otras brasicáceas como la camelina, la carinata, básicamente para la producción de biodiesel, sobre todo para abastecer a la industria del transporte aeronáutico y reducir de esa forma la huella de carbono de esos procesos de transporte de personas y de cargas".

Haciendo referencia al uso de estos cultivos y su valor agregado como la utilización de biocombustible para la aviación, Coll señaló que "se busca para cumplir con los estándares ambientales, para reducir los procesos de calentamiento global, de cambio climático" y resaltó que "en el caso de colza, su aceite es de uso alimenticio, es el de mejor calidad para el sistema cardiovascular y para el sistema cerebrovascular".

De esta manera, el investigador del INTA sentenció que, si bien no tenemos una larga tradición en el consumo de este tipo de aceite y tampoco en el cultivo de colza, es una especie muy demandada a nivel global. "De hecho, la colza es la segunda oleaginosa de grano en importancia después de la soja, superando al girasol", destacó Coll y explicó que "en nuestro país no existe una tradición muy vasta en cuanto a este cultivo".

Las empresas del sector, las empresas nucleadas, en la Cámara de Empresas Aceiteras de la Argentina, es ampliar el área cultivada con este tipo de especies porque la demanda a nivel mundial es muy importante. Además, incorporar cultivos durante el invierno porque las tres especies se cultivan en el invierno, tiene como ventaja el uso de recursos que están disponibles durante el invierno, radiación, agua y que de otra forma se desperdician, porque nuestros sistemas agrícolas, fundamentalmente, están basados en el cultivo de trigo, un poco de cebada, pero son muy poco diversos. "Está muy estudiado a nivel mundial que la diversificación y la intensificación de los sistemas agrícolas va de la mano de la sustentabilidad de estos sistemas", contó Coll y señaló que "se trata de cultivos que son bastante rentables, tanto por el precio que tienen estas especies, sino también porque permiten adelantar la fecha de siembra del cultivo de segunda".

En este sentido, el investigador del INTA contó que en La Pampa podemos realizar doble cultivo en el año y, de esa manera, adelantar la fecha de siembra del cultivo de segunda generalmente redunda en un mayor rendimiento ese cultivo de segunda y en un incremento de la renta anual. "Tiene efectos sobre la sustentabilidad del sistema y sobre la rentabilidad de las empresas agropecuarias", contó Coll.

El área agroecológica apta para el cultivo de colza es toda la provincia de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, la provincia de Buenos Aires, incluso hay zonas de cultivo ahora en Tucumán y Chaco. "En particular en Entre Ríos, sobre todo el cultivo se concentra en el centro sur de la provincia y tenemos relativamente una participación importante en el área cultivada a nivel nacional, estamos hablando de un 40% del área sembrada a nivel nacional", contó el investigador del INTA y explicó que hay empresas del sector privado como aceiteras o cooperativas de productores que han facilitado la logística de acondicionamiento y comercialización del producto, y porque desde el INTA Paraná hemos estado a lo largo de una década y media investigando en este cultivo, el único programa de mejoramiento de esta especie que hay en la Argentina está centralizado en INTA Paraná.

Es decir que el Simposio que se llevará a cabo el jueves 12 de septiembre en la ciudad de Paraná se debe a que hay un núcleo de conocimientos sobre la especie; además de que están invitados profesionales de otras regiones.

Por otro lado, el investigador contó que en "el Uruguay, donde el cultivo ha crecido mucho, la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires y técnicos referentes en estas especies, de distintas regiones de Argentina, para que nos den un pantallazo de cuál ha sido su experiencia, qué le aportó la brasicácea a su empresa, a su secuencia de cultivos y cuáles fueron las adversidades y los cuellos de botella para poder realizar este tipo de cultivo". Será un simposio que va a tener una parte más académica, con póster de trabajo científico con los resultados más recientes, pero también la mirada desde el técnico asesor o del productor que día a día está realizando el cultivo y viendo problemáticas bien prácticas, desde cómo sembrarlo, cómo cosecharlo. "Ese intercambio entre lo académico y lo productivo va a ser muy valioso y va a potenciar a estos cultivos", opinó Coll.

Por otro lado, el investigador del INTA habló acerca de la demanda externa de la colza, carinata y camelina como aceites. "El comercio internacional es muy amplio y la demanda por biocombustibles hace que sea insensible al crecimiento que pueda tener el cultivo en nuestro país", sostuvo Coll y explicó que "si tuviéramos 10 veces más de superficie, el mercado internacional ni lo notaría porque demanda mucho y nuestra participación no es tan importante".

Asimismo, Coll contó que en Uruguay ha tenido un crecimiento explosivo en los últimos 10 años y ha llegado a ser uno de los principales cultivos en el invierno. "La superficie de invierno agrícola en Uruguay se divide en tres especies, casi en forma equitativa, en trigo, cebada y colza", señaló el investigador y destacó que, en nuestro país, la participación es mucho menor pero la potencialidad está y la idea de las empresas es que la superficie cultivada comienza a crecer".

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