Brasil sigue rompiendo sus récords mientras que Argentina se recuperaría en esta campaña
En septiembre comienza la cosecha de los cultivos estivales en Estados Unidos, cuyo grueso se da en el mes de octubre y los pronósticos lucen favorables para la soja y el maíz.
En septiembre comienza la cosecha de los cultivos estivales en Estados Unidos, cuyo grueso se da en el mes de octubre y los pronósticos lucen favorables para la soja y el maíz. Lo que ocurra en las próximas semanas, principalmente, en cuanto a temperaturas será decisivo para la campaña y los precios. Brasil sigue rompiendo sus récords mientras que Argentina se recuperaría en esta campaña. El conflicto Rusia-Ucrania parece haber atenuado sus impactos en los mercados dado los resultados que obtendrían otros jugadores importantes, en el caso del mercado del trigo, el incremento en las exportaciones del cereal por parte de Rusia.
Con respecto a la soja, semanas atrás, el mercado climático junto con las estimaciones de una menor área sembrada en los Estados Unidos comenzó a moldear las expectativas hacia una menor producción para la presente campaña. Con un área a cosechar estimada en 33,5 millones de hectáreas y un rendimiento estimado en 34 quintales por hectárea la producción alcanzaría las 114,5 millones de toneladas, una disminución respecto la estimación de julio del 2,20% y del 1,66% respecto el ciclo pasado. Las existencias finales de la campaña 2023/24 se ubicarían en 6,7 millones de toneladas, 400.000 toneladas por debajo del ciclo previo. Por el lado de la demanda si bien las estimaciones de exportaciones tuvieron un ajuste a la baja del 1,35% respecto al mes de julio el consumo permaneció inalterado por lo que la relación stocks/consumo se ubica en el 5,8% por debajo del promedio de 7,2%.
Los datos proyectados por el organismo norteamericano fueron más pesimistas de los esperados por los operadores privados, pero ambos se posicionaban en la misma dirección, por lo cual luego de un pequeño ajuste la situación pareciera estar descontada en el mercado. Sumando la suba de la tasa de interés por parte de la FED el pasado 26 de julio al 5,5%, ambos se reflejan en una desaceleración de las posiciones compradas de los fondos especulativos en Chicago, en línea con la corrección en el precio de la oleaginosa posición septiembre que se está observando en el mercado de Chicago.
La cosecha en los Estados Unidos que comienza en septiembre, pero su grueso se da en octubre durante estos días previos el porcentaje del área con soja que se encuentra en condiciones de sequía continuó mejorando, ubicándose a la semana de 8 de agosto en el 43% de la superficie, además el USDA en su último reporte sobre el estado de los cultivos estimó que aproximadamente el 59% de la soja norteamericana se encuentra en estado bueno y excelente, dos puntos porcentuales por encima de lo reportado la semana anterior y encontrándose en mejor condición respecto del año pasado en esta misma fecha.
Los pronósticos de temperatura y precipitaciones en los próximos días plantean un interrogante por probabilidades de temperaturas elevadas que estresen los cultivos y no tantas lluvias, aunque observando pronósticos de más largo plazo las condiciones a la hora de comenzar la recolección del cultivo parecen ser favorables.
Para Brasil las estimaciones del USDA para la campaña 2023/24 no han variado respecto el último informe, por lo que, con una producción de 163 millones de toneladas, un aumento del 4,5% respecto la campaña anterior, el país vecino sigue en carrera de superar su récord de producción aportando 7 millones de toneladas extras al mercado y sobre compensado las 1,9 millones de toneladas menos por parte de los Estados Unidos. En principio, sería explicado por un aumento en el área cosechada en 1,7 millones de hectáreas y un aumento en el rendimiento alcanzando de aproximadamente los 35,7 qq/ha.
Por su parte, Argentina también permanece sin cambios respecto al último informe del mes de julio por parte del USDA para la campaña 2023/24, se estima una producción de 48 millones de toneladas, un aumento del 92% respecto a la campaña pasada. El área cosechada aumentaría en 1,4 millones de hectáreas dando un total de 16,40 millones y en cuanto los rendimientos, también se proyectan en una mejora de 12 qq/ha, en total se alcanzaría un rinde estimado de 29 qq/ha. La Bolsa de Comercio de Rosario en su primera estimación de producción para esta campaña coincide con el USDA en 48 millones de toneladas y el área sembrada la estima en 17 millones de hectáreas (+1Mha respecto 22/23).
En el mercado local, las compras de la industria y los exportadores alcanzaron los 11,7 millones de toneladas, se ha comercializado un 58% de la producción de la campaña 2022/23. Por lo que quedarían aproximadamente 8,3 millones de toneladas disponibles para ser comercializadas.
A nivel global, la producción de la oleaginosa se proyecta en 402,8 millones de toneladas, 2,5 millones de toneladas menos que en el reporte del mes de julio, aun así, de darse este volumen de producción la campaña 2023/24 se ubicaría 8,94% puntos porcentuales por encima de la pasada campaña 2022/23 y registrándose como un récord en cuanto a producción mundial de soja.
Por el lado la demanda, el consumo y las exportaciones, si bien disminuyeron sus estimaciones respecto julio aún se ubican en niveles récord. En este contexto, la relación stocks/consumo se ubica alrededor del 31%, por debajo de la estimación del mes previo, pero por encima del promedio.
Con respecto al maíz, en el último informe de la Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil, el maíz safrinha, el cual sale al mercado junto con el maíz tardío de Argentina, presenta un avance de cosecha del 72%. Para la campaña 2022/23 la producción se estima en 100,2 millones de toneladas, un récord que supera al ciclo previo en un 16% y en un 27% aproximadamente al promedio de las últimas 5 campañas. El incremento es consecuencia de un aumento tanto en las hectáreas cosechables (+4,5%) como en los rindes del cereal, que pasarían de un promedio de 57,4 a 58,6 quintales por hectárea. Sumando el maíz de primera, cuya cosecha ha finalizado, y al maíz de tercera implantación (representa sólo el 1,8% de la producción del cereal) Brasil tendría una oferta de 129,9 millones de toneladas, 16,8 millones más que el ciclo previo y un 20% mayor al promedio de las últimas 5 campañas. Este valor configura un récord para la producción brasilera de maíz.
En Argentina, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura de la Nación, el avance de cosecha es del 94%, se espera una producción en torno a los 41 millones de toneladas según el organismo nacional. Este número implica una caída en la producción del 30% respecto al ciclo previo. Otras entidades como la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la Bolsa de Comercio de Rosario y el USDA estiman la producción del cereal en 34 millones de toneladas. Para la campaña 2023/24 la Bolsa de Comercio de Rosario estima un área sembrada de 8,5 millones de toneladas y en cuanto a producción, se alcanzarían 56 millones de toneladas.
Con respecto a la comercialización, las compras por parte de la industria y los exportadores de la campaña 2022/23 han alcanzado 22,5 millones de toneladas, el 46% del total de la producción de dicho ciclo, quedando en remanente pendiente para la comercialización de 9,5 millones de toneladas.
A partir del martes 25 de julio se dio luz verde al PIE IV, una medida coyuntural que buscaba paliar la escasez de dólares en las reservas del Banco Central, con la consecuencia que a largo plazo ocasiona un desacoplamiento de los precios del mercado interno con los internacionales y provoca que los precios pierdan la función de asignador de recursos. En el corto plazo impactó en el mercado interno, generando una oportunidad para el productor con un dólar especial para la exportación de maíz que se ubicaba en $ 340 cuya duración inicial era hasta el 31 de agosto. Además de esto, se amplió amplio el volumen de equilibrio (cantidad de producción que se permite exportar sin comprometer el consumo interno) a 26 millones de toneladas. Mientras el programa estuvo en vigencia, el volumen comercializado tuvo un gran aumento, el valor del maíz en el mercado local experimentó una mejora en torno al 22% y se comercializaron cerca de 7,1 millones de toneladas.
Como es de público conocimiento, a partir del 14 de agosto luego de la devaluación del 22% tipo de cambio oficial alcanzando los 350 $/USD, prácticamente se cortó la liquidación de cereal ya que el tipo de cambio propuesto quedó por debajo del oficial y el 15 de agosto se dio por finalizado el programa antes de lo previsto, pero superando el objetivo en cuanto a liquidación de más de 2 mil millones de dólares.
Para el caso de los Estados Unidos, luego que el USDA estimase un área sembrada de 38 millones de hectáreas, 6,2 puntos porcentuales por encima del año 2022 incorporando 2,2 millones de hectáreas destinadas al cultivo del cereal y que el mercado climático se haya colocado en el centro de la escena poniendo en duda el potencial de la campaña, pareciera estar llegando a su fin y el cual no es el escenario negativo que se pronosticaba. La proyección de área cosechada en el país norteamericano se ubica en 34,9 millones de hectáreas en julio con un rendimiento de 109 quintales por hectárea, la producción alcanzaría 383,8 (- 1,37% respecto a la estimación de julio) millones de toneladas, 35 millones de toneladas por encima del ciclo 2022/23. Lo anterior se proyecta en una relación stocks/consumo para Estados Unidos de 15,3% ubicándose por encima del promedio del 12% de las ultimas catorce campañas y constituyendo el segundo valor más elevado.
A la fecha el 49% del área sembrada de maíz se ve afectada por sequía representando una mejora respecto principios del mes de julio, momento en el cual el área bajo sequía ascendía a 67% aproximadamente. En cuanto a la condición del cultivo, el 59% del cereal estadounidense se encuentra en estado bueno y excelente, mejorando respecto del 57% de la semana anterior y encontrándose en mejores condiciones a igual fecha en el año previo.
En este contexto, los fondos especulativos en el mercado de Chicago no presentan una tendencia clara, aunque en las últimas semanas las posiciones netas compradas comenzaron a disminuir. En el inicio del ciclo, las condiciones de sequía en gran parte de la zona agrícola generaron incremento en las posiciones compradas, sin embargo, las lluvias y la mejora en la condición del cultivo en las últimas provocó nuevamente un desarme de posiciones.
A nivel global, la producción de maíz en la campaña 2023/24 sería récord alcanzando 1213,5 millones de toneladas, 10 millones de toneladas por encima de la campaña pasada traduciéndose en un aumento del 5,36%. Respecto a la demanda, tanto el consumo como las exportaciones aumentarían, pero no lo suficiente como para compensar la producción récord, por lo cual la relación stock/consumo sería del 26% ubicándose por encima del promedio.
Haciendo referencia al trigo, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos recortó su proyección de producción mundial de trigo en casi 3 millones de toneladas respecto la estimación del mes previo, de todos modos, la producción mundial alcanzaría casi 793,5 millones de toneladas 3 millones por encima de la campaña anterior.
El consumo alcanzaría récord de 796 millones de toneladas, menor a lo estimado el mes previo y 2 millones de toneladas por encima de la campaña anterior. Los stocks finales serían de 265,5 millones de toneladas resultando en una relación stocks/consumo del 33,4%, ubicándose por encima del promedio histórico de 31%.
Brasil, principal comprador de trigo argentino, ha finalizado la siembra del cultivo, exhibiendo un incremento del área destinada al cereal del 11,2% para la campaña 2023/24 respecto a la pasada, alcanzado 3,4 millones de hectáreas. Sin embargo, los rendimientos serían de 30,4 qq/ha, menores en comparación a la campaña pasada (34,2 qq/ha) por lo que la producción alcanzaría las 10,4 millones de toneladas (-0,2% respecto la estimación de julio). Con un menor volumen a cosecha, la CONAB proyecta un incremento en las importaciones alcanzando las 5,2 millones de toneladas.
En Argentina, la siembra del trigo para la campaña 2023/24 prácticamente ha finalizado de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura de la Nación con un área estimada en 6,1 millones de hectáreas, otras fuentes como la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima 6 millones mientras que la Bolsa de Comercio de Rosario la estima en 5,4 millones de hectáreas. Las proyecciones de producción según el USDA alcanzarían los 17,5 millones de toneladas, aumentando en un 39% respecto la campaña 22/23, haciendo foco en la comercialización de esta, los exportadores llevan compradas 6,9 millones de toneladas, casi 8 millones de toneladas menos que a igual fecha del año anterior como consecuencia de la menor oferta. Considerando las compras de los exportadores en conjunto con la de los industriales, el volumen comercializado representa el 95% de la campaña 2022/23.
Respecto al conflicto Rusia-Ucrania, el mercado parece haberlo descontado, aunque sigue siendo un factor para tener en cuenta en caso de que se produzcan mayores escaladas. En los últimos días los incidentes en el Mar Negro no han afectado los precios, dado las grandes exportaciones de trigo por parte de Rusia las cuales se estiman que para esta campaña sean 4,35% superiores a la del ciclo 22/23 alcanzando las 48 millones de toneladas de cereal.