El encierre en los feedlots mejora por debajo de lo esperado
Aumentó un 3% en relación a abril, pero se mantiene por debajo de los promedios históricos para la actividad, según estimaron desde la Cámara Argentina de Feedlot.
Entre los motivos para explicar esta situación, desde la entidad remarcaron la paralización de las ventas a Europa y la incertidumbre ocasionada por el COVID-19, que en algunos casos dificulta la logística para recibir hacienda.
Esta situación no genera un impacto en la provisión de carne para el mercado doméstico.
El hecho que preocupa a esta cadena de valor es la virtual paralización del mercado europeo, que demanda cortes de las cuotas de exportación Hilton y 481 y los de faena Kosher, consumidos por Israel. Si bien en los últimos días se empezó a percibir un incremento en la demanda por parte de China, el gigante asiático demanda vaca, una categoría que no es trabajada por los corrales de encierre.
El presidente de la CAF, Juan Eiras, reconoció a BAE Negocios que "el circuito del novillo pesado se encuentra interrumpido".
De acuerdo a un relevamiento de la entidad, que se elaboró en base a la información suministrada por 71 establecimientos, el porcentaje de encierre al 1° de mayo llegó al 64%, que representa un leve aumento en relación al 61% que el sector registró el mes pasado. Para el directivo, este crecimiento "es lento y seguimos en una curva parecida, más allá de los remates televisados".
Este dato no es menor, porque con el cambio en los modos de comercialización de la hacienda, se generaron dos circuitos en la venta de ganado. Por un lado, las consignatarias empezaron a ofrecer la hacienda liviana a través de eventos televisados y en ventas a través de streaming, mientras que la mayoría de los feedloteros optan por la compra directa.
En las ventas televisadas, los precios de la hacienda liviana superan los $100 el kilos, una cifra que está fuera del alcance de los establecimientos de engorde a corral. Estos valores son convalidados por productores ganaderos -sobre todo de gran escala- que ven en la hacienda bovina un refugio de valor para su dinero. En este caso, la estrategia pasa por adquirir animales no mayores a 150 kilos y engordarlos a pasto, con un costo por kilo producido que es aproximadamente un 50% más económico en relación a los costos de producción de un feedlot.
En este punto, Eiras estimó que un valor de equilibrio para la compra de hacienda por parte de los engordadores a corral es de $90 a 92 en hembras y de $98 a $100 en machos. "El feedlot no puede validar precios superiores a los $100", reconoció.