Analizan la intensificación del comercio internacional
El análisis de FAUBA determinó que la diversidad de las dietas en cada país, incluida la Argentina, es mayor que la variedad de cultivos que se producen.
En los últimos años, la globalización y un comercio internacional más intenso fueron el motor de un desfasaje entre la producción y el consumo de alimentos en los distintos países. En este marco, una investigación de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) en base a datos de la FAO determinó que, en los últimos 50 años, el consumo de cultivos en el mundo y en la Argentina se diversificó a un ritmo mayor que su producción..
Sebastián Aguiar, docente de la cátedra de Ecología de la FAUBA se basó inicialmente en una publicación de otros investigadores que demostraron que, en los últimos 50 años, el mundo se homogeneizó en cuanto al consumo de cultivos. Los países tendieron a aumentar la diversidad de su consumo y la consecuencia fue que empezaron a tener dietas más similares, asociadas a un proceso de occidentalización a escala global.
Así, caben dos posibilidades: ¿Los países tienen dietas más diversas porque se producen una variedad más grande de cultivos o, por el contrario, el consumo es más diverso porque se importa y exporta un abanico más heterogéneo de cultivos?
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"Los resultados que obtuve a partir de la base de datos FAOSTAT -que tiene información de aspectos de la producción agropecuaria de todos los países- muestran que desde la década del '60 hasta hoy, el consumo, la producción, la importación y la exportación de cultivos elevaron su diversidad en 16, 4, 40 y 38%, respectivamente. Es decir, las importaciones y exportaciones, vinculadas al comercio internacional, se diversificaron más que la producción y el consumo", afirmó el especialista.
En este sentido, el investigador añadió que el consumo se diversificó más que la producción, que prácticamente no cambió desde los '60s. Esto significa que, a escala global, los países importan y exportan más cultivos y en mayor variedad, mientras que localmente no se observa una tendencia clara a que los países produzcan más variado. Por esta razón, la mayor diversidad de las dietas se da, como lo expresa en su tesis de doctorado, "más por los barcos que los por campos".
El investigador hizo hincapié en las consecuencias de que el agro argentino exporte la mayor parte de lo que produce. "Suele decirse que podemos alimentar a 400 millones de personas, mientras nosotros somos el 10% de esa cifra. En el país queda una proporción muy baja de la producción del campo. De hecho, un trabajo reciente muestra que el 88% de nuestras tierras cultivadas se destina a satisfacer demandas externas. Hay pocos países en esta situación y la consecuencia para todos es una diversidad local de cultivos reducida".
Fuente: Sobre la Tierra